Cuentos de navidad
Mi esposa y yo estábamos desesperados, Cristina nuestra hija menor, que entonces solo tenía 10 años, había enfermado gravemente de Difteria, días antes, cuando el pediatra larevisó, pensó que aran anginas y no le dio importancia. Ví con espanto la palidez de su rostro cuando comprendió la equivocación en su diagnostico. Ya era tarde, Cristina agonizaba.
Era nochebuena ynuestra pequeña llevaba no se cuantos días internada en el hospital, en estado de coma: Ni mi esposa, ni Yo nos movíamos de su lado. Ese 24 de Diciembre, fui a casa a atender a nuestros otros doshijos, que tenían 8 y 9 años, y para permitir que mi suegra fuera a descansar. Les ofrecí una cena sencilla y los mande a ver televisión a su cuarto.
Pobrecillos, era la primera Navidad que notendrían festejos, ni regalos. La enfermedad de su hermanita los tenía mal, pero no comprendían y estaban desorientados con el contraste de vivir aquella noche, triste y luctuosa, como una más, mientras losalegres vecinos celebraban ruidosamente y los mensajes navideños, con su alegría arrolladora, inundaban el ambiente.
Atormentado, salí a caminar un poco, las casas vecinas estaban bella yalegremente iluminadas y mire con amargura el enorme Cedro de nuestro jardín que Yo adornaba con miles de luces de colores y que había sido el símbolo de la navidad en el barrio. ¡ ¡ Como habían disfrutado loschicos, viéndome trepado en sus ramas, tratando de colocar los interminables cables con luces!.
Yo había inventado la historia, que este árbol le servía de guía a Santa Claus para no perderse ensu viaje desde el polo norte.
Todos nos dejábamos llevar por la ilusión y esperábamos el momento mágico, una semana antes de Navidad, de encender la luces y colocar la estrella más brillante en lapunta del majestuoso cedro. Todo el jardín quedaba tenuemente iluminado y varias veces habíamos festejado la noche de navidad bajo este magnífico árbol.
El cedro estaba ahora en sombras, era la...
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