Cuentos de terror
1.- la ultima llamada paj: uhgdjhzbu
2.- la muñecaacecina paj:
3.-la leyenda de boyscout lene paj:GNHGHKBFG
4.- la casa embrujada paj:
5.- el espejo paj:
6.- el jinete sin cabeza paj:
7.- el juego del teléfono paj:
8.- las brujas paj:
9.- la casa de terror barbi paj:
10.- el nahualt paj:
La ultima llamada
Desde hacía ya cuatrodías, a la misma hora invariablemente, recibíamos una llamada. Exactamente a las 4 de la mañana, el teléfono no dejaba de sonar hasta que mi esposa o yo contestábamos y cuando lo hacíamos sólo lográbamos escuchar una respiración, una respiración cansada, que se ahogaba en sí misma, como si se tratara de alguien que esta exhausto o a punto de desfallecer. Estábamos muy nerviosos, francamentepreocupados, al principio creímos que se trataba de una broma, pero ya era demasiado.
La quinta noche no dormí en lo absoluto, permanecí inmóvil frente al teléfono esperando que el timbre sonara de nuevo. Había comprado un identificador de llamadas, por fin sabría quien me estaba jugando esta mala pasada. Mi esposa no quiso esperar y se fue dormir sin lograr convencerme de hacer lo mismo.
Llegó elmomento, el reloj marcó las 4:00 horas, mi esposa seguía dormida y en el identificador pude ver el número 5-5-2-5-7-8-8-3. ¡Esto no es posible! pensé, es mi número telefónico el que aparece en el display, seguramente estaba mal configurado el aparato, lo revisé como intentando reparar algún desperfecto que no existía. El timbre del teléfono no dejaba se sonar.
El sonido empezó a molestarme, comencéa sentir miedo, mejor dicho un terror indescriptible se empezó a apoderar de mí, intenté contestar pero no pude, algo me lo impedía, las manos me comenzaron a sudar copiosamente y mi cuerpo se estremeció como si algo malo me fuera a pasar si descolgaba el auricular, mi garganta estaba tan seca que no podía tragar saliva.
Salí corriendo del apartamento, no podía permanecer un momento más ahí, nopensé en mi esposa, no pensé en nadie sólo en alejarme, en huir. Sabía que iba por mí, sabía que yo era el blanco de sus intenciones, cualquiera que fueran éstas. Sentía que estaba tras mi espalda y podía escuchar la respiración, esa maldita respiración, que no dejaba de resoplar, que me atormentaba en todo momento, casi podía sentirla en mi rostro.
Tengo que escapar, me decía, tengo queescapar, ¡ya no lo soporto!. Me sentía muy exaltado, mi pulso se aceleraba a cada instante, casi no podía respirar, me estoy híper ventilando, pensé, mis piernas no respondían a las órdenes que mi cerebro intentaba darles.
Desesperadamente pasé como pude por el parque, de pronto me detuve, sabía que tenía que hacer esa llamada, debía avisarle, ponerla sobre alerta y explicarle el gran peligro que...
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