Cuentos infantiles con moralejas
En un lugar muy lejano en medio de un frondoso bosque de robles, un hombre compartía su existencia junto a sus dos perros apaciblemente. Uno de los perros, estaba entrenado paraayudarle a conseguir alimento y el otro dedicaba su existencia a cuidar de las posesiones de su dueño.
Cuando salía en busca de alago para poder comer, elegía por compañero al primero por ser el mejor enesa labor y a la vuelta, si la suerte le había acompañado, siempre solía darle una parte de la pieza que hubiera cazado al perro que celosamente guardaba sus posesiones.
Al ver tan gran injusticia, elperro de caza le dijo a su compañero:
-Maldito perro vago ¿Por qué disfrutas de algo por lo que no has movido ni un solo músculo?
-Comprendo tu enfado-dijo el otro con los ojos mirando al suelo-pero no es culpa mía que nuestro dueño te haya preferido a ti para cazar y a mí para proteger sus posesiones. Si tan injusto te parece, ve a quejarte a él y a mí déjame tranquilo disfrutar de estadeliciosa carne.
Moraleja: No dependas nunca del esfuerzo ajeno, pues este, por alguna una otra razón siempre terminará fallándote.
Kira aprende sobre humildad
Érase una vez, una niña llamada Kira quienvivía con todos los lujos que se espera que una familia adinerada tenga. Cada día por las mañanas le llevaban el desayuno a la cama, tomaba clases de piano, ballet y pintura, sus padres le cumplíancada capricho que ella tenía, por pequeño que fuese. Era una pequeña presumida y altanera.
Un buen día, Kira vagaba por los alrededores de su casa y se encontró con una niña que tenia la misma edadque ella quien se encontraba en el patio trasero jugando con una sucia muñeca de trapo. Kira, quien solo jugaba con muñecas de porcelana se rió por lo bajo y pregunto:
– ¿Y tú quien eres?¿Por qué juegas con esa muñeca tan fea?
– Me llamo Beatriz, soy hija de tu nana, y mi muñeca no es fea, simplemente está un poco descuidada.- Respondió la niña
– Bueno pues a mí no me...
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