cuentos
LA LIEBRE Y LA TORTUGA.
Un día una liebre se burlaba del lento caminar de una tortuga.
La tortuga, sin ofenderse, le replicó:
Tal vez tú seas más rápida, pero yo te ganaría en una carrera.
Y la libre, totalmente convencida que eso era imposible, aceptó el reto. La tortuga estaba completamente segura que iba a ganar, así que dejó que la liebre eligiera el recorrido e incluso la meta. Laliebre eligió un camino muy fácil para ella: Lleno de obstáculos para que la pobre tortuga, con las piernas tan cortas que tenía, se tropezase todo el rato.
Al llegar el día de la carrera, empezaron a la vez. La tortuga no dejó de caminar todo el rato, lenta, pero constante. En cambio la liebre, al ver que llevaba una gran ventaja sobre la tortuga se paró a descansar y se quedó dormida debajo de unárbol.
Cuando se despertó, miró detrás para ver donde estaba la tortuga, pero no la vio. Espantada, miró para adelante y vio como la tortuga estaba apunto de llegar a la meta.
Corrió entonces la liebre tanto como pudo, pero no pudo alcanzar a la tortuga. Y fue así como la tortuga se proclamó vencedora.
LA SIRENITA
En el fondo del mar había un cast illo. Allí vivía unrey que tenía seis hijas, todas ellas sirenas de gran belleza. La más bella de todas era la pequeña; su piel era tan suave y delicada como un pétalo de rosa, sus ojos eran azules como el mar.
Como todas las sirenas, no tenía piernas; su cuerpo acababa en una gran cola de pez. Poseía la más bella voz que nunca se había oído.
Todos los días las sirenas jugaban en las grandes habitaciones depalacio. Cuando las ventanas estaban abiertas, los peces entraban y salían libremente. Eran tan mansos que nadaban hasta donde estaban ellas, comían de sus propias manos y se dejaban acariciar y hacer cosquillas.
Nada los gustaba más a las sirenas que escuchar las historias que los explicaba su abuela sobre el mundo que existía más allá del mar. Pedían que les hablase sobre árboles, pájaros, ciudadesy personas que utilizaban piernas para caminar.
-Cuando cada una de ustedes cumpla 15 años -decía la abuela-, podrá nadar hasta la superficie del mar y, reclinada sobre alguna roca, ver los barcos que pasan.
Por fin llegó el día en que la sirenita cumplió sus 15 años, saludó a todos y nadó con ligereza ascendiendo hasta la superficie.
Cuando alzó la cabeza sobre el agua, el sol estabaponiéndose, las nubes se veían de color rosa, el mar estaba calmado y empezaba a brillar el sol.
Se quedó deslumbrada mirando las aves que pasaban y las estrellas que iban apareciendo. Gozó con la brisa que rozaba su rostro y acariciaba su pelo.
En la lejanía, vio una nave. Nadando se acercó a ella, se sentó sobre una roca y observó atenta a los marineros que iban y venían alzando las velas.-¡Qué fuertes y viriles son!- pensaba la sirenita. Se sentía feliz. Pero más se emocionó aún cuando apareció en cubierta un elegante y joven príncipe.
Se había hecho muy tarde ya, pero no podía apartar sus ojos del barco ni del bello príncipe.
De repente el cielo se cubrió de nubes, el viento sopló cada vez más fuerte, los truenos estallaron en estrépito y el mar provocó inmensas olas quesacudieron violentamente el barco hasta hundirlo.
La sirenita nadó precipitadamente para salvar el príncipe. Sostuvo su cabeza sobre las olas, dejando que la corriente les llevase hasta la costa.
Arrastrándose pudo dejarlo sobre la arena de la playa. Le acarició y le besó con mucha ternura. Se quedó a su lado cuidándolo, cantando para él las más bellas canciones durante toda la noche. Cuandosalió el sol, vio que el príncipe despertaba. Entonces, volvió al fondo del mar. Volvió a su mundo acuático con el corazón enamorado de un príncipe terrestre.
Explicó a su abuela lo que había sucedido. Ahora solo deseo -le dijo- volver al mundo exterior para poderlo ver. Lo amo. Deseo vivir con él en la tierra!
-¿Pero qué dices, chiquita? -la interrumpió la abuela muy irritada- tu vida, tu...
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