cuentos
El abuelo más loco del mundo
Capitulo III
Cuando entré a la cocina tropecé con unos tubos de goma que cruzaban el piso.
- ¡Cuidado! – me advirtió el abuelo cuando ya era tarde ytuve que apoyarme en la heladera para no caer de cara contra las baldosas.
- ¿Qué estás haciendo?
El abuelo Felipe no pareció escuchar mi pregunta. Se rascó la nariz y colocó la punta de uno delos tubos en un caño que asomaba de la pared.
- ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO? – grité porque creí que el viejo estaba medio sordo.
- No grites, oigo perfectamente – dijo el abuelo y comenzó aasegurar el tubo con una agarradera de chapa - . ¡Vamos a fabricar soda! ¡Vamos a tener una casa en la que va a salir agua con burbujas de todas las canillas! – exclamó muy contento.
- Bien, ya está –dijo Felipe - . Ahora tenés que ayudarme.
Después de escuchar la explicación, salí de la casa y me paré del lado de afuera, frente a la ventana de la cocina.
- ¿Listo? – preguntó el abuelo.- ¡Sí!
- ¡Ahora!
Parado junto a dos tanques, hice girar una llave. Un soplido fuerte salió de la válvula y los tubos de goma se hincharon como víboras gordas.
Después volví adentro yme quedé callado mientras el abuelo, muy seriamente, como si estuviera ante un hecho de gran importancia, estiró una mano para abrir la canilla.
Nada.
La abrió un poco más.
Nada. Nada másque agua común y corriente.
El abuelo llenó un vaso y lo puso contra la luz que entraba por la ventana; después se lo tomó.
- Mmmm, qué raro. Hay algo que no está bien, mejor esperamos unrato a ver qué pasa.
Salimos de la cocina y fuimos hasta el comedor donde había una mesa grande y estantes llenos de libros y discos antiguos.
Había algo extraño en ese cuarto, pero no pudedarme cuenta de qué era. Ahí estaba el tocadiscos, uno de esos aparatos viejísimos. Había también una enorme radio a válvulas que parecía tener un ojo en medio del dial. ¿Qué faltaba?
Miré...
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