Cuentos

LECTURA DERIVADA DE JORGE IBARGUENGOITIA
Las niñas berrinchudas el diablo les jala las patas, solía decir mi madre a causa de mis constantes chillidos, ya sea por la mañana, por la tarde,inclusive parecía que entre sueños me quejaba igualmente o al menos eso me echa en cara mi madre santa. O tal vez no tan santa ya que no faltaba la ocasión en la que sacara el coraje y dejará mis nalgasmarcadas de chanclasos.
Mi padre con su alma buena alejaba a aquella que me había provocado el llanto, mientras acercaba la pomadita mágica cura todo.
Pero no pasó mucho tiempo cuando mi madre organizósu plan maestro. Estaba ya lejos mi padre allá en los lugares de gigantes de acero donde al lado de aquellos monstruos no era más que una chistosita hormiguita panzona. Y mientras el andaba lejos, mimadre le abrió la puerta a una señora de ancas caderas o al menos yo así lo veía “en aquella época mi cara quedaba a la altura de las barrigas y las nalgas de la mayoría de la gente”.
Me remitierona la esquina del sofá mientras que la otra señora y mi madre se sentaron al comedor amplio y muy bello de los tiempos en los que mis padres habían recién adquirido nuevo inmueble.
Yo me quedé ahícallada observando a las dos señoras planeando una clase de viaje, no me esperaba nada nuevo, quizá una de las comunes vacaciones a la playa.
No fue sino unos minutos después cuando me pidieron meacercara un poco, un tanto nerviosa comenzó insistiendo en mi tremenda indisciplina. Volviendo a los mismos sermones eternos. Cuando de pronto se quedó callada volteando a ver a la voluptuosa señora.Esta dama que tienes aquí presente es una de tus tías de San Luis Potosí.
Dicho esto voltee extrañada y revisé de pies a cabeza, tal y cual como un escáner, a la señora sentada en una silla del comedor-Quizá no la recuerdes- dijo mi madre- pero ella vino aquí por una importante razón.
Al enterarme por sus propias palabras que me iría a vivir un año con la señora hice uno de esos tantos...