cuentos
Tus ojos no han sido testigos, pero los ajenos juran ante la verdad, rumores han entrado en tus oídos, personas de tu confianza incapaces de mentirte han besado la cruzcomo prueba de su transparencia.
Si tan solo supieran lo que piensas, ahora piensas en mí Carmina, ahora me contemplas como un serio candidato, ya no necesitas a tu infameprometido.
Pero oh Carmina, tu enamorado ha corrido hasta tu lugar, sabiendo del mal que sufres, sabiendo que él es el culpable. Los celos me muerden de nuevo.
La servidumbre intentódetenerle, pero él ha golpeado sus rostros, como lo hace ahora con la puerta de tu alcoba. No sabe que yo voy a llegar primero.
Él grita tu nombre, yo te susurro al oído, él lloratu perdón, yo suplico tu atención. Confieso que por un momento pensé que te retractarías y me abandonarías. Pero no, respetas tu palabra y me respetas a mí.
Y es ahí, que tesinceras y le expresas tus intenciones, el pobre diablo escucha del otro lado de la puerta, no puede entrar; se desespera, te ruega no lo dejes, suplica no lo hagas; pero ya es demasiadotarde, estás a punto de ser mía.
¡Grita infeliz! patea la puerta, haz lo que te venga en gana, yo gané, Carmina se cansó de tus tropiezos, y me ha nombrado como su mejor opción.Pero rival mío, admiro tu fuerza, has logrado tumbar esa puerta, esa barrera que desnuda nuestro encuentro íntimo, tu mirar se posa por última vez en quien pudo ser tu esposa. Laobservas entregándose a mí, con sus venas sangrantes, tiñendo el blanco de sus sabanas en rojo, recostada en mis brazos, saboreando mis dulces labios, el beso de la muerte.
Regístrate para leer el documento completo.