Cuentos
17 septiembre 2012
Empezó juntando palabras inconexas de un mundo que nadie podía ver. No era un verdadero principio pero infinitos ojos se posaron sobre los labios delescritor para leer todo lo que no podían reconocer en la realidad. Por eso se determino que el erase una vez… se pronunciase en aquel momento tan suave y erase una vez miro un poco mas allá, describiendoextraños atardeceres formados de poesía. Hablo por las lenguas alienigenas que lloraban nuestros mismos miedos, las que reían idénticas mentiras con las que maquillar sus propios dolores. El verde eraamarillo en esos relatos y el rojo olía a caramelo de menta pero sabia a melón. Todo resultaba tan extraño que erase una y mil veces en lo que parecían cuentos que fabricaban una nueva vida que todosdecían comprender sin saber si aquella afirmación era cierta.
Cuando decidieron preguntarle al constructor de mundos, que era como habían bautizado al escritor, el se autoproclamo el destructor de loconocido. Y todos sus seguidores se preguntaron si habían entendido algo tras aquella entrevista. – no me entienda mal- hablo en confianza con el guapo presentador- yo no recreo otras realidades. Loque pretendo es demostrar que la nuestra es imperfecta….quiero- pensó lo que tenia mas que estudiado- necesito destruir todo esto para que nuestro mundo pueda ser transformado en algo mejor.- Aquellodescoloco a todos los que buscaban una salida fácil, no era el escapismo deseado y ya no podían fingir la implicación que se les exigía.
-Lo que esperáis de mi,- añadió- todo lo que necesitáis entenderde lo que os escribo no son mas que vuestras ilusiones. Como las normas del lenguaje escrito, repleto de absurdos para los vagos que no sepan pensar o razonar. Una irracionalidad arcaica y perniciosaque consume nuestra inteligencia en recordar cosas fácilmente deducibles. Erase una vez- grito cuando el principio ya había sido hace tiempo- No hay normas esto es caos por destruir.- pero ¿quien...
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