Cuentos

LA VENGANZA DE PEDRO GONZALEZ
Por F. Núñez
De un campamento maderero soy el Jefe. Un día, recorriendo yo el monte a
caballo, me encontré con Pedro González , que es un trabajador chaparro,
moreno y de ojos pequeños, redondos y duros, a veces inyectados de sangre.
Me dijo :
“Jefe, precisamente quería verlo, para decirle que ya me voy”
Entonces me fijé en que llevaba un morral y su cobija alhombro.
“¿Para dónde se va, Don Pedro ? Por qué ?”
El hombre quedó indeciso. Seguramente, a pesar de lo que me había dicho, no
esperaba encontrarme
“Voy a ver si me dan trabajo en Pinos Altos “, me respondió , y después mando
por la familia” . La familia de Pedro era su mujer Juana.
“Pero ¿ por qué se va , hombre ? ¿ Que le pasó tan de repente ?” Volví a
preguntarle.
Antes de contestar,puso la cobija encima de un tronco, se sentó en ella y dejó
el morral en el suelo. Yo comprendí que me iba a decir algo que me detendría
un rato, asi es que saqué el pie derecho del estribo, levanté la pierna y la crucé

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sobre la cabeza de la silla. Solté la rienda y mi caballo agachó la cabeza y
empezó a dormitar.
“Sabe que me voy , porque ora que usté llegue se va a encontrar con unchisme
y el Juez ha de querer mandarme preso a Durango. Hice una tarugada esta
mañana. . .por eso hasta me salí del camino”
“¿Pues qué hizo don Pedro ?” Pensé que habría herido o matado a algún hombre
en un pleito. Era muy rencoroso y lo sabía capaz de esconderse tras un pino
para matar un enemigo
Pero no era ladrón y en esto se distinguía de los habitantes de ésta sierra, cuyo
noventaporciento tenemos cuentas pendientes con la Justicia por robos de
ganado, cuentas pendientes con la Justicia por día porqué la misma Justicia no
demuestra interés en cobrarlas.
Pedro me contó su caso :
“Ay tiene que desde hace tiempo don Juan Avalos

el padre de Manuel de

Pancho y de Tanislao, le anda tirando a Juana, mi mujer. Yo no he querido
reclamarle nada, porque no quiero dificultades :no le hiciera que ellos son
cuatro, que al cabo si me había de tocar , ¡ qué le íbamos a hacer ! Pos en el
baile el domingo pasado, el viejo don Juan le dijo a Juana que “ condiscendiera
con él”

Yo lo oí, porque se lo dijo mientras andaba bailando con ella y en una

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vuelta que pasaron cerca de mí. Todavía así me aguanté : pero le dije a Juana
que no saliera a ninguna parte , ni al’agua, más que cuando yo estuviera en el
campo, y arrimé a mi comadre Luz que se viniera a vivir con nosotros mientras
acababa yo este mes , pa’irnos luego pa’ Pinos Altos . . . .
“¡Pero mire jefe, los Avalos son unos desgraciados ! ayer ya vió usté que no
salimos a trabajar, pos desde al medio día fueron los cuatro a mi casa, junto
con Polo Barrios y Guadalupe, llevaron un garrafón de mezcal yempezaron a
darme trago “.
“Los Barrios decían que habían venido para hacer las paces entre nosotros, y los
Avalos me abrazaron y me decían que éramos amigos , pero amigos de veras,
que ellos no querían nada conmigo. Echate otro trago, me decían a cada rato , y
me cargaban las tazas llenas . Yo no quería pero como ellos le entraban duro al
mezcal , yo no podía cuartearme”
Descansó un momento ysu cara cobró una expresión sombría .
“Juana y mi comadre “ continuó , estaban sentadas junto a la lumbre
haciéndonos canela. Ya para cuando quiso oscurecer éstabamos casi ahogados
todos. Echamos unas canciones con la guitarra de Polo y luego se fueron los
Barrios , porque vino la viejita doña Petra y se los llevó. Nosotros todavía
seguimos dándole , hasta que yo ya no pude levantarme y mequedé tirado en
unos costales”.

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“Pero estaba en mi sentido, y ví que Tanislao fué por su hermana, volvió con
ella y luego se fueron los dos junto con mi comadre”.
“Mi mujer se quedó sola, sin saber que hacer , arrinconada junto al comal”.
Me pareció que Pedro iba a llorar, pero no fué así.
Terminó :
“Yo me daba cuenta de todo, pero ¡ que ganaba si no podía moverme! Y aún
así ,...