Cuentos
Hace muchos años vivía en El Cairo un avaro perfumista llamado Abu-Casen. Aunque Ala le concedió riqueza y prósperos negocios, el vivía y vestía como el más pobrede los mendigos. Sus viejas y sucias babuchas eran la más clara muestra de su tacañería.
Un día, Abu-Casen fue a una casa de baños, se quito las malolientes babuchas y entro a darse un baño.Entonces, el encargado del calzado cogió las babuchas y lo guardo en un rincón. Abu-Casen estaba tan sucio que los frotadores y masajistas precisaron todo el día para dejar limpio su piel. Y cuandosalió, fue a coger sus babuchas. Pero en su lugar había unas hermosas babuchas amarillas.
“Sin duda Ala me las envía, pues sabe que hace tiempo necesitaba unas nuevas”, Pensó. Abu-Casen cogió lasbabuchas amarillas y se marcho muy contento.
Cuando el dueño de las babuchas amarillas fue a coger su calzado, solo encontró las babuchas de Abu-Casen. Muy enfadado denuncio a Abu-Casen y lo llevarona la cárcel con sus viejas babuchas. Al salir de la cárcel, Abu-Casen pensó en deshacer de las fatídicas babuchas.
Y no se le ocurrió otra cosa mejor que tirarlas al rio Nilo, días después unospescadores retiraron sus redes del Nilo y encontraron un raro objeto ¡son las babuchas de Abu-Casen! Gritaron ¡Y sus clavos han destrozado las redes! Los pescadores fueron corriendo a la tienda delperfumista y le arrojaron las babuchas sobre sus tarros de cristal.
¡Malditas babuchas! Exclamo Abu-Casen ¡Solo me han causado problemas!
Desesperado, Abu-Casen cogió nuevamente sus babuchas y lastiro a un canal que pasaba lejos de la ciudad, con tan mala suerte que atascaron un molino movido por las aguas de ese canal. El dueño reconoció las babuchas y Abu-Casen acabo de nuevo enprisión.
Además fue condenado a pagar todos los daños. Cuando Abu-Casen se vio por fin en libertad, no lo pensó más. Cogió las babuchas, se presento ante el cadi y grito ¡Oh gran cadi he aquí la...
Regístrate para leer el documento completo.