Cuentos

LA MALA PRAXIS MÉDICA
EN LA JURISPRUDENCIA DE LA CAMARA DE APELACIONES
DE LA CUARTA CIRCUNSCRIPCION JUDICIAL DE LA PROVINCIA DE RIO NEGRO
ERROR DE DIAGNOSTICO – ABANDONO DE TRATAMIENTO
Sumarios (extracciones textuales de la sentencia):
1) . El a quo, con proceloso cuidado, analizó las razones médicas aducidas por la actora, básicamente la de imputar al demandado haber efectuado un erróneodiagnostico de cáncer, en tanto que éste adujo que – contrariamente a lo por la actora afirmado – un tumor “border line” no es un tumor no maligno, sino uno de malignidad menor, que requiere el tratamiento quimioterapéutico que aconsejó, descripción médica del padecimiento de la actora que fue puntualmente corroborada por el perito médico actuante en autos (cfe. pericia fs.281/284), cuyasconclusiones fueron consentidas por las partes y resultan por demás congruentes con la lectura del juzgador. Ante ello, concluyo con el a quo, que no existió mal diagnóstico, ni tampoco una mala prescripción, antes bien todo lo contrario. Ello no significa negar ni la angustia, ni los padecimientos que seguramente debió soportar la actora, que no se pueden considerar menores por esta circunstancia,pero no obedecen a la intervención del demandado sino al álea de la naturaleza que, infortunadamente, le tocó sufrir.
2) Me explico más de cerca: si la actora hubiese alegado en su demanda que al comunicarle la existencia de un tumor border line no se le explicó suficientemente la naturaleza digamos “menos grave” que la de otro tipo de formaciones malignas de tipo canceroso, tendríamos unacuestión muy diferente a la tratada en autos: la de una posible lesión o sufrimiento, comprensible en el daño moral, por insuficiencia de información médica. Claro que esta “presentación” del caso, más allá de su dificultad probatoria, hubiera limitado muchísimo las pretensiones resarcitorias las que, por el contrario, resultan congruentes con la presentación expuesta en primer término (en dondeincluso adujo que se le había privado de la posibilidad de tener hijos, posibilidad que tenía vedada por una histerectomía total varios años antes) y en la que imputa al demandado un error mucho más grave que el no haber informado adecuadamente qué era una formación border line.
3) “… si bien es cierto que es responsabilidad del médico no abandonar a sus pacientes, no menos cierto es que cuando esel paciente el que abandona el tratamiento, exime al galeno de toda responsabilidad; por otra parte no existe prueba alguna a la afirmación vertida por la actora (respecto de las negativas a atenderla) y además fue por su propia voluntad que fue a atenderse a Mendoza y en el año 2003 continuaba siendo paciente de la Dra. Orellano (quien la había derivado originariamente a consulta con eldemandado) lo que sugiere que si se hubiese considerado abandonada en el tratamiento hubiese recurrido a otro profesional para completarlo o se le hubiese comentado a su ginecóloga, cuyo testimonio tampoco ha ofrecido siquiera.
4) “… : que el tratamiento de la actora fue interrumpido es un hecho admitido por las partes, pero sucede que la actora afirma que el demandado habría evadido el seguirlaatendiendo, en tanto que el demandado afirma que la actora no concurrió más al tratamiento. Entiendo que yerra la actora cuando pretende que es el actor el que debe probar que perseguía proseguir con el tratamiento y que debió agotar las instancias para ello (y por ende probar qué hizo en aras de tal objetivo); por el contrario, tratándose de una persona en perfecto uso de sus facultadesintelectuales, mayor de edad, y por ende con capacidad plena para elegir los tratamientos médicos a seguir, la responsabilidad de cumplir con todas las prescripciones médicas es exclusivamente de ella y, por ende, quien debió probar que intentó continuar con el tratamiento (como afirma) y que recibió evasivas y negativas del demandado, que la habrían obligado a realizar una interconsulta en Mendoza, es la...