cuentos
CEF SOBRE MATERIALES DE FOROS.MARIANISTAS.ORG DINÁMICAS
Dinámica sobre las Virtudes Teologales especialmente pensada para preadolescentes de hasta 12 años.
La autora, Pilar, plantea el siguiente esquema con unos materiales muy recomendados y acertados.
2.ª Parte: Cuento «Las tres piedras» que enseña a crecer, esperar y amar.
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2.ª Parte: Cuento «Las tres piedras» que enseña a crecer, esperar y amar
Cuentan que el primer árabe que cruzó el desierto se encontró junto a una cueva con un anciano de aspecto venerable que le preguntó:
— Joven, ¿A dónde vas?
— Quiero cruzar el desierto.
El anciano quedó pensativo un momento y añadió.
— Deseas algo difícil. Para cruzar el desierto te harán falta tres cosas. Toma estaspiedras. Este topacio es la fe, amarillo como las arenas del desierto, esta esmeralda es la esperanza, verde como las hojas de las palmeras, y este rubí, es la caridad, rojo como el sol de poniente. Anda siempre hacia el sur y encontrarás el oasis de Náscara, donde vivirás feliz. Pero no pierdas ninguna de las piedras, si no, no llegarás a tu destino.
El hombre se puso en camino y recorrió miles ymiles de leguas a través de las dunas amarillentas sobre su camello.
Un día le asaltó una duda:
— ¿No me habrá engañado el anciano? ¿Y si no existiera el oasis que me prometió y el desierto no tuviera fin?.
Ya iba a volverse cuando notó que algo se le había caído sobre la arena. Era el topacio. El joven se bajó para cogerlo y pensó:
— No, no. Tengo que confiar en la promesa del anciano. Seguiré miCamino.
Pasaron muchos días. El sol, el viento, el frío de la noche le iban agotando. Sus fuerzas desfallecían y ni una palmera ni una fuente se veían por el horizonte sin fin. Ya iba a dejarse caer del camello para aguardar la muerte bajo su sombra, cuando notó que se la caía algo al suelo. Era la esmeralda. El joven se bajo a recogerla y se dijo:
— Tengo que ser fuerte, tal vez, un poco más alláestará el oasis. Si no sigo, moriré sin remedio. Mientras tenga un soplo de vida seguiré.
Continúo el joven el camino, cuando encontró un pequeño charco de agua junto a una palmera. Ya iba a lanzarse sobre el charco, cuando vio los ojos de su camello suplicantes y tiernos como los de un hombre pidiendo, el agua. Pensó entonces que debería tener piedad del animal desfallecido, pues él aún podíaresistir, y dejó que bebiera aquellos pocos sorbos.
Cuál no sería su asombro cuando el camello cayó muerto a sus pies. El agua estaba corrompida. En el suelo notó el joven que brillaba el rubí y lo recogió, dando gracias al cielo por haber recompensado su generosidad con el camello.
Al alzar la vista, vio a lo lejos unas palmeras. Era el oasis de Náscara. Al llegar, encontró junto a una limpiafuente, al anciano de la cueva que le sonrió alegremente.
— Has llegado a tu destino puesto que has conservado las tres piedras preciosas. La fe, la esperanza y la caridad. ¡Ay de ti si hubieras perdido alguna, hubieras perecido sin remedio!
El anciano después de darle agua fresca y dátiles, se despidió del joven diciéndole:
— Guarda siempre durante tu vida, junto a tu corazón, el topacio, la esmeralday el rubí. Así llegarás hasta el paraíso. Nunca los pierdas.
Experiencia humana
El hombre náufrago desde el nacimiento y errante en el desierto, tiene que hacer la gran travesía, el recorrido de su vida. Otros la han realizado antes que él, pero ahora no le acompañan.
Aunque están en su origen y le esperan en su destino, el recorrido lo tiene que hacer él solo. No puede alejarse de su dama decompañía: La soledad. En ese recorrido le pesa la falta de confianza, siente la tentación del abandono y tiene tendencia a pensar sólo en él.
Tres virtudes humanas vienen en su ayuda: la fe en lo que hace y en sí mismo, visión esperanzada del futuro en el que entronca su destino, y donación generosa como actitud vital.
Para el diálogo
Quiero cruzar el desierto.
¿En qué se parece la vida de un...
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