cuentos

LOS CACHORROS SE VAN
Muñeca,la perra, iba a tener cria y la señora de la casa habia acondicionado un lugar especial, para hacer de este alumbramiento algo trancandental en la vida ecologica de suspequeños hijos.
Cuando llego el momento, la mama Ana Maria, como buena educadora, ubico a los niños a distancia prudencial y desde alli, con la mayor naturalidad e higiene, pudieron observar el trabajodel parto, en forma sana y considerada.Los niños maravillados ante un prodigio de esa naturaleza,consintieron a muñeca por la proesa y maestria con la cual corto ombligos, baño con savila a sus hijosy los acuno para disponerce a amamantarlos, los cachorros, algo dormilones, respondieron al instinto de conservacion y el husmeo les ayudo a encontrar la ubre que, hinchada de calostros, lesproporciono el primer manjar.Ellos empezaron a mamar con tanta fuerza, que a raticos muñeca gemia; sin embargo, ella mansa resignada en su papel de madre, aunque le doliera, les permitia seguir nutriendose yno se cansaba de lamerlos y mirralos.
Despues de todo , muñeca pudo descanzar un poco.Se notaba hambrienta y algo temblorosa, pero era natural por que el esfurzo habia sido supremo.Entonces los niñoscorrieron hacia la cocina y trajeron leche caliente y pan.Ella comio con avidez y los perritos, ya llenos, y abrigaditos, se quedaron dormidos con sus boquitas entreabiertas, untadas de leche y sulenguita muy limpia.
Apenas tuvieron la oprtunidad, los niños alzaron a los cachorros, los miraron y al acercarce advirtieron que no olian feo; por el contrario percivieron ese olorcillo caracteristicode los niños pequeños y, emocionados, descubrieron ese asombroso nexo natural que existe en los seres de corta edad.Pudieron ver como crecian los cachorros; primero caminaban con pasos temblorosos;luego, abrieron los ojos poco a poco, se volvieron juguetones y aprendieron a comer sopa, pan y demas alimentos.
La vida seguia su curso y como no podian dejar en casa a todos los cachorros, por falta...