cuentos
LA “OTRA” DICOTOMÍA CIVILIZACIÓN VS. BARBARIE
Por Eduardo Lolo
La literatura infantil y su contraparte para adultos no son, como muchos creen, categoríasliterarias separadas o independientes. Es más, la mayoría de los mejores escritores de todos los
tiempos han incursionado en una y otra sin menoscabo de la calidad que los ha hecho inmortales.
Enidioma español en especial los ejemplos pueden señalarse desde el Siglo de Oro hasta
nuestros días. Baste, a manera de muestra, recordar los casos de Lope de Vega, Góngora, Fernán
Caballero, JoséMartí, Valle-Inclán, Gabriela Mistral, Juana de Ibarbourou, Juan Ramón
Jiménez, García Lorca y un largo etcétera que prácticamente no deja fuera ninguna literatura
nacional hispana, henchidas todasdel alma infantil que sus escritores más afamados mantuvieron
viva dentro de cada uno de ellos y que, gracias a sus obras dedicadas a los niños, dejaron inscrita
para siempre en la cultura de suspueblos. Es más, en no pocos de ellos puede apreciarse un
traspaso de estilemas, argumentos y actitudes que van, con toda naturalidad, de una categoría a la
otra; que es decir, de las siempresaltarines pupilas infantiles a las miradas fatigadas de tiempo
encanecido, y viceversa.
El caso del uruguayo Horacio Quiroga (1878-1938) no es una excepción de la regla. Su
colección Cuentos de la selvapara niños (1918) es, por el contrario, un ejemplo típico. A partir
del éxito alcanzado por esta compilación de historias infantiles, puede apreciarse una clara
influencia de éstas –en su propiabase categórica– sobre los relatos para adultos de temática
semejante que su autor escribiría después. Entre los cuentos para personas mayores de Quiroga
que presentan la más destacada influencia desus historias para niños, pueden señalarse
“Anaconda”, del mismo año, así como “El regreso de Anaconda”, de 1925 y, muy
particularmente, “Juan Darién”, de 1920, todos recogidos luego en conocidas...
Regístrate para leer el documento completo.