Cuentos
El viejo teatro de la Opera acababa de reanudar sus actividades, todos en la ciudad estaban muy emocionados porque se haría una audición para elegir a las estrellas de lanueva obra.
Victoria, una muy hermosa y joven cantante se preparaba para su prueba de voz. Sin darse cuenta de lo tarde que se había hecho quedó sola en el lugar; de repente sintió la sensación de quealguien la estaba espiando6, sin embargo pensó que era imposible y continuó con su ensayo. Pero en ese momento escuchó una bella sinfonía que parecía provenir de los sótanos del lugar.
Estabaatemorizada pero su curiosidad y esa melodía fueron más fuertes que su temor y sin pensarlo más, fue a ver quien era el misterioso músico.
Después de recorrer varios pasillos ya no sabía bien dondese encontraba y fue entonces cuando lo vio. Tenía puesta una larga capa negra y estaba de espaldas a ella, los nervios la invadían y de repente el extraño se volteó hacia ella... ¡OH, no! Unaimpresionante máscara cubría su rostro y sólo se podían ver sus ojos cargados de horror.
Victoria no pudo soportar lo que estaba viendo y se desvaneció, cuando reaccionó se encontraba prisionera deaquel misterioso ser. Trató de huir pero fue inútil, entonces sin fuerzas para luchar se resignó a estar en esa prisión. A medida que pasaban los días comenzó a darse cuenta de que ese hombre teníauna increíble sensibilidad, y a pesar de su apariencia atemorizante podía inspirar sentimientos muy profundos.
Tenía que averiguar quién se escondía tras esa máscara, esa noche esperó que sesentara a tocar el clavicordio y simuló estar dormida; cuando ese hombre fantasmal estuvo completamente compenetrado con la música, se acercó a él sigilosamente y antes de que pudiera reaccionar arrancóla máscara que le cubría el rostro.
¡Un espantoso grito salió de las profundidades del pecho del hombre, que trató de taparse la cara con las manos!
Los ojos de Victoria no...
Regístrate para leer el documento completo.