cuestión social
Limitar el trabajo es la más odiosa y la más extraña de las tiranías;limitar el trabajo del niño es entorpecer la educación tecnológica y el aprendizaje; limitar el trabajo de las mujeres… es hasta impedir que la madre realice el más hermoso de los sacrificios…el sacrificio indispensable en algunas ocasiones para mantener el hogar de la familia.
Cuando a fines de 1890 el presidente Cánovas del Castillo habló en el Ateneo de Madrid de lanecesidad de la intervención del Estado para resolver la cuestión social alegando la insuficiencia de las actitudes morales —la caridad del rico y la resignación del pobre—, el pensador católicointegrista Juan Manuel Ortí y Lara le acusó de «caer en la sima del socialismo, violando los principios de la justicia, que consagran el derecho de la propiedad», alabando a continuación «eloficio de la mendiguez, [que] no repugna a la religión; al contrario, la religión la ha sancionado… y la ennoblece. […] El espectáculo de la mendiguez… [fomenta] el espíritu cristiano».[2]
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