Cuidado Del Aire

EJERCICIO MENTAL.

NOMBRE: __________________________________________________ FECHA: ____________________

Con motivo de la última guerra, sentó plaza el soldado allá en el Norte de París,el joven “N”, de 20 años de edad.
En los primeros meses las cartas fueron llegando a la casa materna con relativa regularidad; pero un día la misiva filial no llegó. La madre con la esperanza delque no quiere perder lo que ama tanto, hizo paciencia de su tortura y buscó mil agrucias para disculpar la tardanza de su hijo en escribirle; se colmó de sueños la materna imaginación mientras pasabanlos días, que luego fueron meses y mas tarde se convirtieron en años al correr el tiempo.

Han pasado siete largos años; se acabó la contienda, la madre emprende el viaje al lugar donde fue escritala última carta de su hijo adorado; se apersonó con el jefe de la guarnición y después de dolorosas y molestas búsquedas llegó a saber que su hijo había muerto en un combate, que estaba sepulto en elcementerio de un pueblo cercano.

Sólo le quedaban recuerdos, muy gratos recuerdos de la niñez de su hijo jugueteando con aquellos chiquillos de la vecindad, que por cierto, uno de ellos habíasido por mucho tiempo su compañero de guerra, de alegrías y desdenes, de salud y enfermedad; eran tan amigos porque compartían muchas cosas, entre ellas las locuras que hacían por ser diferentes delos demás. El joven “N” solía platicarle a su madre en sus cartas, que en la guerra nunca se sabe cuando uno se va, cuando uno cierra para siempre los ojos, pero que él y su amigo, donde lescoqueteara aquella doncella de huesos de hilo y sonrisa eterna, que adueñándose de ellos cubriera con su velo su rostro, aún así sabrían qué lugar de la tierra o del mar les daría cobijo.

Un mechón de peloacompañaba siempre a la afligida madre, el cual guardaba celosamente en una bolsa de papel dentro del monedero, al igual que tres de sus dientes “pequeñitos y tiernitos” – decía la madre -- ; y...