CUidados de la mujer embarazada
Pese a su subordinación y marginación en la atención de los partos, en la actualidad sus servicios son demandados por miles de mujeres, tanto en zonas urbanas como rurales. Diversos estudios6-8 han documentado la importancia del papel de las parteras como agentes de salud comunitaria, en cuyo campo de acción intervienetambién la atención a otros aspectos de la salud reproductiva, como la planificación familiar y los cuidados materno- infantiles.
En estudios hechos en Morelos hace más de una década, aproximadamente 50% de las mujeres embarazadas del área rural eran atendidas por parteras.9 Estos datos son consistentes con un estudio anterior realizado en el ámbito nacional,10 en el que a partir de datosprovenientes de localidades menores de 2 500 habitantes se calculó que las parteras atendían 63% de los nacimientos. En 1987, la Encuesta Nacional Fertilidad y Salud (Enfes) reportó que las parteras tradicionales atienden 44.5% de los nacimientos en comunidades de menos de 2 500 habitantes y 23.7% en comunidades mayores de 20 000 habitantes.11
La violencia durante el embarazo y su impacto en la salud dela mujer y del bebé
La exploración del vínculo entre violencia y salud reproductiva ha sido escasa en nuestro medio, a pesar de las diferentes formas en que se expresa: alta prevalencia de maltrato durante el embarazo, maternidad forzada –producto de la violación dentro y fuera del matrimonio, maltrato frecuente a embarazadas adolescentes, contagio de infecciones de transmisión sexual–; todo loanterior tiene un impacto directo en el aumento de la morbilidad-mortalidad materna.
La violencia doméstica durante el embarazo se comenzó a estudiar a finales de la década de los setenta y principios de la de los ochenta. Los estudios correspondientes se llevaron a cabo principalmente en países desarrollados como Estados Unidos de América y Canadá; algunos informes12 muestran una variación en laprevalencia que fluctúa entre 9% y 20.1% según el tipo y la edad de la población estudiada. Se ha documentado ampliamente que la violencia en contra de la mujer embarazada tiene efectos adversos en la salud de la madre y del bebé; por ejemplo, una agresión física o sexual que implique traumas abdominales puede provocar abruptio placentae –el cual, según el tiempo de gestación, podría llevar a lapérdida del embarazo–; la precipitación del parto o el nacimiento de un bebé de bajo peso.13,14 Otras consecuencias posibles de los traumas abdominales incluyen fracturas fetales, la ruptura del útero, hígado o bazo de la madre, fracturas de la pelvis y hemorragias antes del parto.15
Es importante considerar que los efectos del maltrato durante el embarazo no sólo producen lesiones físicas;...
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