Cuidados de la mujer
Las mujeres son seres diseñados para el dolor, creo que en eso todas están claras, y por la belleza todas llegan a unos límites que mejor dicho, son inimaginables.
Se depilan con una cera hirviendo todas laspartes del cuerpo, es más, hasta el mismísimo dedo gordo, porque es que ir a tierra caliente y ponerse las chanclas y el dedo con bigote pues si no aguanta. Los pelos que les quedan se los jalan con unas pinzas de cejas afiladas que básicamente no sé cómo no han quedado ciegas, si por alguna razón los rebeldes siguen ahí optan por el hilo egipcio y es que se lo ensartan y se lo van jalando así comosacándoselo de la córnea y si nada de esto funciona, están escogiendo métodos muy revolucionarios como el láser por ejemplo, que es literalmente una pistola de luz hirviendo donde les chamuscan pelo por pelo que salen del consultorio con física pena porque eso queda pasado a chicharrón, esos son procedimientos muy dolorosos. Pero además uno ve a los tipos y nos jalamos un pelo de la nariz y eso sichichamos tres días, pero les exigimos a ellas que vivan como bolita de billar, lisita, lisita. Porque si no somos los primeros que les tocamos la pierna y les decimos; “venga, pásemela y me limo las uñas” que es bastante humillante pero esa es la realidad.
La cabeza es una zona que martirizan mucho porque ninguna está contenta con lo que tiene. Las lisas quieren ser crespas, las crespasquieren ser lisas. Entonces, agarran un secador manual donde les incineran básicamente el cuero cabelludo y les quemas hasta las ideas para quitarles el friz y como nunca están contenta con el color, se ponen un gorro plástico para que con una aguja de croché les saquen unos mechones de la materia gris para descomponerlos con una pintura bastante cargada en amoniaco pues para no verse como Shakira ensu peor momento básicamente en el oasis, entonces esto es bastante traumático.
El color de la piel también les friega la vida, no les gusta verse blanca. Entonces se tiran al sol horas como una tajada frita para un lado para el otro, por el lado por el otro costado. A los tres días se están escarapelando y les queda esa cara como un mapamundi llena de manchas, que parecen es a la Chilindrinallenas de pecas como si les hubieran escupido la cara con chocolate y como quieren conservar el color se meten a cámaras bronceadoras. Que no son nada distinto a unos ataúdes lobisimos llenos de neón, que parecen más a unos camarotes de traqueto porque son bien iluminados con un par de parlantes gigantes a los lados, porque lo único que ganan es que se les pegue el sudor del usuario anterior que conseguridad era Norberto.
Las mujeres son masoquistas. Se abren los huecos de las orejas a palo seco, se hacen masajes con rodillos, se electrocutan con corriente para tonificar, andan en sancos por favor, no hay derecho, no sé cómo no permanecen de lumbago permanente.
Pero lo grave es cuando optan por la cirugía plástica. Yo estudie la estadística aquí en Venezuela y hay tres procedimientos muycomunes. El primero es el implante de cola o de nalga, que pues básicamente no está inventado, porque estoy de ver mujeres que uno las mira por detrás y dice: “Dios mío pero le pusieron los implantes con las cajas, ¿Qué es esto? ¿Qué es este adefesio? ¡Qué horror! Yo no sé cuál es la gracia de sentarse como sobre en neumático, que cosa tan antiestética, necesitan calzador para entrar al baño. Yademás los resultados dejan dos opciones: uno es que se la dejen encaramada en la espalda, como si les saliera de arriba, que básicamente el recto pasa a ser la columna vertebral porque se la dejan montada como una mesa de noche lista para ponerle el florero ahí parado o si no les queda tipo chimpancé, bajita y cargada, ahí.
Y ellas se hacen esas cirugías lógicamente para verse más femeninas,...
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