CUIDAR Y SANAR LAS EMOCIONES
Texto Francesco Miralles
El ajetreo diario y las tensiones a las que nos vemos expuestos hacen mella en las emociones, que necesitan de nuestro cuidado para que podamos vivir con armonía y optimismo.
La medicina occidental ha desarrollado sofisticadas terapias para sanar el cuerpo de los múltiples trastornos y altibajos a los que está expuesto. Al menos, en elPrimer Mundo, cada vez vivimos más y mejor, lo que no significa necesariamente que seamos más felices. Como contrapartida, es justo cuando dejamos de ocuparnos de la supervivencia, cuando empiezan a surgir problemas de otra índole. Personas con buena salud que gozan de todas las comodidades se convierten en víctimas de la depresión, de la ansiedad o, simplemente, viven en una continua apatía queno les permite disfrutar de la vida. Y todo esto ocurre porque no han prestado atención a las emociones, que deben ser nutridas para que muestren su lado más radiante. Por esa razón, es importante construir un balneario emocional donde dar descanso y alimento a nuestro biosistema personal de la felicidad.
Lo que sentimos es la antesala de lo que hacemos. Así como detrás de cada acción hay unpensamiento, detrás de cada pensamiento hay una emoción. De hecho, el término “emoción” viene justamente de la voz latina “motere”, que significa “mover”. Sobre esto, Van Gogh decía: “Las pequeñas emociones son los grandes capitanes de nuestra vida, y les obedecemos sin darnos cuenta.” Para cuidar de nuestra salud emocional, por lo tanto, hay que revisar de vez en cuando lo que mueve nuestro rumbovital.
Modular los cambios. Más que ayudarnos a navegar por las tormentas, las emociones son las tormentas mismas, puesto que deciden el clima de nuestra travesía vital. Al igual que cada lugar en el mundo tiene una meteorología propia, toda persona pasa a lo largo de su vida, e incluso en un mismo día, por diferentes estados de ánimo. Nuestro clima interior es un delicado biosistema en el que,a veces, luce el sol, pero, otras, los problemas penden sobre nosotros como pesadas nubes. A los horizontes amplios y radiantes siguen las lluvias con las que nos deshacemos de viejas tristezas y limpiamos el cristal con el que miramos el mundo.
La naturaleza humana es dinámica y, sin embargo, vivimos lo que nos sucede como si fuera permanente. Cuando nos sentimos tristes, nos cuesta pensarque la tempestad acabará amainando. Del mismo modo, experimentamos los momentos de alegría como si los rayos de la felicidad no se fueran a apagar nunca.Para modular estos cambios que tanto nos afectan, pero que son necesarios y se complementan entre sí, podemos procurarnos un balneario emocional a través de herramientas como la meditación, el yoga, la lectura o la música bien elegida, ya que éstaconecta directamente con nuestras emociones.
El religioso norteamericano Fulton J. Sheen decía que “cada persona se hace su propio clima; determina el color del cielo en su universo emocional”. Ésa es la buena noticia. Sin embargo, para teñir nuestras emociones de tonos alegres, antes debemos entender a qué estímulos responden.
El barómetro emocional. Uno de los psicólogos que más se hanocupado de esta cuestión es el serbio V. J. Wukmir, quien en la década de 1960 definió la emoción como una respuesta sobre el grado favorable o desfavorable de una determinada situación. Si un estímulo parece favorecer la supervivencia, experimentaremos una emoción positiva. Si augura lo contrario, la emoción será negativa y nos pondremos a la defensiva. En ese sentido, nuestras emociones son unbarómetro que nos prepara para lo que nos espera en el futuro inmediato.
Wukmir lo explica así: “Cuando entramos en una reunión, lo primero que hacemos es percibir a las personas que están en la sala y, casi simultáneamente, empezamos a experimentar nuevas emociones relacionadas con la nueva situación. Si lo que sentimos es positivo y agradable, significa que nuestro mecanismo emocional valora que...
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