Cultivos ilicitos
El cultivo de la coca y la amapola constituyen una de las mayores amenazas para el medio ambiente en Colombia y, en general, de lospaíses andinos. La apertura de tierras para el cultivo de coca y la amapola es una causa importante de la deforestación. El ciclo compuesto por la erradicación - mediante la fumigación o programasde sustitución-, y la apertura de nuevas tierras para reemplazar las plantaciones extirpadas, así como la tala de bosques para incrementar el área plantada, ha causado la destrucción de bosquesnaturales en diversas regiones del país. Además, los agroquímicos utilizados en los cultivos ilícitos, así como los químicos incorporados en el procesamiento de la coca producen impactos deconsideración en las fuentes de agua y los suelos de los sitios de las plantaciones.
No conocemos con exactitud a cuántas hectáreas asciende el daño así producido. La Comisión Nacional deEstupefacientes ha señalado desde tiempo atrás que para sembrar exitosamente una hectárea de coca o amapola es necesario talar tres. Diversas estimaciones colocan la tala histórica total entre 1.000.000 y1.5000.000 hectáreas. Se ha llegado a señalar que estas cifras indicarían que el daño ambiental no ha sido en términos relativos muy alto, si se considera que la destrucción de losbosques sólorepresentaría entre el 2% y el 3% del área de bosque natural remanente del país. Esta es una visión excesivamente simplista toda vez que la deforestación ha conllevado la destrucción directa devaliosos ecosistemas boscosos como son por ejemplo los del Putumayo -considerado como una de las regiones de más alta biodiversidad de la cuenca amazónica-, y de algunos de los últimos relictos debosque de niebla de la región andina.
Evidentemente la pérdida de la cobertura forestal es uno de los efectos negativos de los cultivos ilícitos sobre el medio ambiente. Pero no resulta correcto...
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