cultivos transgenicos

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C L AV E S D E L A A L I M E N TAC I Ó N

Cultivos
transgénicos:
sigue el debate
BIOTECNOLOGÍA

¿Son la única vía para paliar el hambre en el mundo
o un experimento planetario no controlado?
David H. Freedman

72  INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, noviembre 2013

a los cultivos transgénicos sufren el escarnio del resto
de la comunidad. Según él, semejante situación obliga
aguardar silencio a muchos científicos críticos con
los CMG.
Con independencia de quién tenga razón, hay algo
innegable: a pesar de la abrumadora cantidad de estudios
que indican que los cultivos transgénicos son seguros
para el consumo, el debate sobre su uso continúa haciendo estragos. Los escépticos argumentan que no cabe hablar de un exceso de precauciones cuando lo que estamos
haciendo esjugar con las bases genéticas del suministro
mundial de alimentos. Pero, para investigadores como
Goldberg, la persistencia de los temores sobre los CMG
resulta poco menos que desesperante: «A pesar de los
cientos de millones de experimentos genéticos efectuados
sobre cada organismo terrestre y los miles de millones
de comidas que se han ingerido sin causar ni un solo
problema, hemosregresado a la ignorancia».
BENEFICIOS Y PREOCUPACIONES

Hasta ahora, el grueso de los estudios científicos que
se han hecho al respecto apunta en una sola dirección.
David Zilberman, economista ambiental y agrícola de
la Universidad de Berkeley, y uno de los pocos investigadores que cuenta con el crédito de ambos bandos,
sostiene que los beneficios de los CMG superan de largo
los posibles riesgospara la salud. Zilberman argumenta
que el uso de transgénicos no solo ha bajado el precio
de los alimentos: «También ha aumentado la seguridad de los agricultores al permitirles utilizar menos
plaguicidas. Y ha incrementado la producción de maíz,
algodón y soja entre un 20 y un 30 por ciento, lo cual ha
permitido sobrevivir a personas que no podrían hacerlo
de otro modo. Si su aceptaciónfuese mayor en todo el
mundo, el precio [de los alimentos] sería aún menor y
menos gente moriría de hambre».
Zilberman cree que en el futuro esas ventajas serán aún mayores. La FAO estima que, para ajustarse
al crecimiento demográfico, la producción mundial de

kevin van aelst

R

obert Goldberg se derrumba en el
sillón de su despacho y gesticula:
«¡Monstruos de Frankenstein! ¡Seres queescapan reptando del laboratorio! Esto es lo más deprimente
a lo que me he tenido que enfrentar
en mi vida».
Goldberg, biólogo molecular de plantas de la Universidad de California en Los Ángeles, no se debate
contra la psicosis. Expresa su desesperación ante la
constante necesidad de afrontar lo que él ve como
temores infundados sobre los riesgos de los cultivos
modificados genéticamente(CMG). Lo más frustrante
de todo, asegura, es que ese debate tendría que haber
concluido hace décadas, cuando los investigadores presentaron una montaña de pruebas absolutorias: «Hoy
tenemos que hacer frente a las mismas objeciones que
nos formulaban cuarenta años atrás».
Al otro lado del campus, David Williams, biólogo celular especializado en la visión, manifiesta otro parecer:
«Hemos vistomucha ingenuidad científica en el impulso de esta tecnología. Puede que hace treinta años no
supiésemos que, al introducir un gen en otro genoma,
este último reacciona. Pero hoy cualquier experto sabe
que un genoma no es algo estático. Los genes insertados
pueden cambiar de múltiples formas y eso puede suceder
generaciones más tarde». Como resultado, insiste, una
planta potencialmente tóxicapodría acabar burlando
las pruebas de seguridad.
Williams admite que pertenece a la reducida minoría de biólogos que se cuestionan la seguridad de
los cultivos transgénicos. Sin embargo, sostiene que la
única razón por la que son tan pocos es que el campo
de la biología molecular de plantas protege sus intereses. La financiación, gran parte de la cual procede
de las multinacionales que...