cultura de nueva york
Según el censo del 2000, en esta ciudad viven 2.160.000 personas autodefinidascomo hispanas, de las cuales 1.511.000 nacieron en América latina o el Caribe y 1.832.000 hablan español como primera lengua. Son el 26 por ciento de los 8 millones de neoyorquinos (la población total extraoficialmente ronda los 8.400.000).
En muchos sentidos, Nueva York representa mejor que ninguna otra ciudad la creciente latinización del país. De todas las grandes urbes estadounidenses, es laque reúne el mayor número de nacionalidades de América latina, y a diferencia de Los Angeles o Miami, en donde mexicanos y cubanos prevalecen respectivamente sobre el resto, nadie tiene aquí la mayoría absoluta. El grupo dominante, los portorriqueños, representa sólo el 36 por ciento de la población hispana, seguido por dominicanos (18,8 por ciento), mexicanos (8,6%), ecuatorianos (4,7%),colombianos (3,6%) y los provenientes de América Central (4,6 %) y América del Sur (10,9%). (Oficialmente, los argentinos rondan los 10.000, menos del 1 por ciento, aunque otras estimaciones estiran la cifra a 40.000).
Uno de los efectos más reveladores de esta metamorfosis demográfica se observa en el Museo del Barrio. Fundado en 1969 por un grupo de educadores portorriqueños para salvaguardar latradición cultural de su comunidad (el "Barrio" es el Spanish Harlem, enclave boricua de Manhattan), "El Museo" eligió recientemente por primera vez a un director no portorriqueño, el mexicano Julián Zugazagoitia, y amplió su misión original con el propósito de convertirse en el principal museo latino de los Estados Unidos.
La aspiración de Nueva York al título de capital estadounidense de la culturalatina no es nueva. Fue aquí, a comienzos de los años 70, donde se popularizó la palabra "salsa". Veinte años antes, la fiebre del mambo había intoxicado a las celebridades del momento, cuando Marlon Brando alternaba borracheras y actuaciones épicas bailando cha-cha-chá en el Palladium, y Machito y Dizzy Gillespie se entretenían creando el jazz latino. Y antes había sido el turno de la rumba, delsamba, de Carlos Gardel, que pasó aquí la última etapa de su vida filmando para la Paramount y componiendo varios de sus clásicos con Alfredo Le Pera.
En rigor, Nueva York es una de las capitales de la cultura latinoamericana. La mejor prueba es el capítulo escrito por el poeta manchego y profesor de la City University of New York Dionisio Cañas para la monumental Literary Cultures of Latin...
Regístrate para leer el documento completo.