Cultura democratica
Hoy en día todo mundo habla de la democracia. Ésta aparece como el punto final de la
transición esperada, la solución a los problemas políticos de la humanidad, o el estilo de vida que debe implantarse, inclusive, en las familias del próximo siglo.
La idea de la democracia se ha extendido por todo el mundo, aparejada con el actual fenómeno de la globalización, yla visión del mundo como una “aldea global”.
Aunque la caída del Muro de Berlín hace 10 años no significó, como se ha pretendido, el triunfo del capitalismo, sí manifestó el gran respeto que el mundo entero tiene por la democracia como sistema de gobierno. Su desdoblamiento como visión del mundo y forma cultural de existencia es todavía más apreciado. No obstante, no hay prácticamente un solosistema económico, político o social en el mundo que no pretenda ser democrático. Pero el valor democrático no puede reducirse al terreno de lo político, y ya incursiona en todas las esferas del tejido social. Se habla de democracia económica, educativa, ecológica y hasta eclesial, tratando de que esta democracia se convierta no sólo en una forma de gobierno o una metodología para organizar losprocesos electorales, sino en toda una visión del mundo, un ethos, una práctica de vida, una cultura.
Es por esto, que el presente ensayo aborda la democracia como algo omniabarcante el influyente en todo el tejido social. Por desgracia, la democracia –o el discurso sobre la democracia- la ha venido reduciendo a la actividad política, quitándole su intrínseca globalidad. Pero cada vez hay máspropuestas integradoras.
Desde la ideología liberal, el concepto de democracia se limita al ámbito político, rechazando el que se extrapole a otros espacios sociales; en consecuencia, la democracia nada tendría que ir a buscar a las relaciones familiares, o en las labores, y, desde luego, más difícilmente la democracia tendría algo qué ver con la educación.
Más allá de esta concepción liberal dela democracia, reductiva y restringida a lo
político, va abriéndose paso una visión global de la misma; capaz de desplegarse, sí, en las
intrincadas luchas del poder político, pero también en el ámbito laboral y financiero, en las relaciones entre los sexos al interior de la familia, en las instituciones y programas
educativos, en las estructuras eclesiales, en las relaciones entre el serhumano y la
naturaleza.
Lograr la transición a la democracia, aspiración de todo México, exige ampliar sus
horizontes, adjetivarla, reconociéndola global e integradora, para impregnar con su espíritu la totalidad del tejido social. Sin la pretensión de ofrecer una definición textual, baste decir que la democracia ha sido una experiencia histórica que tienen sus orígenes en la antigua Grecia,se manifiesta en proyectos estatales durante el Medioevo y cristaliza a partir de la revolución francesa y la independencia norteamericana. Llega a este siglo como una forma de gobierno y un ideal de convivencia social. La democracia -“el poder del o para el pueblo”- es también un fenómeno intelectual, una aspiración, una
utopía, en el sentido etimológico de la palabra.
Gracias a la revoluciónfrancesa, la democracia se nos ha presentado como ese sistema de
convivencia que pueda garantizar tras valores para todos los seres humanos: la fraternidad, la igualdad y la libertad. La aplicación concreta de esos tres valores ha hecho que la democracia adquiera distintos significativos a lo largo de las experiencias históricas y que, con frecuencia, pierda su significado originante.
Paracaptar el significado completo de la democracia como proceso global en todo tipo de
relaciones humanas es necesario distinguir entre la democracia “formal” y la democracia “sustancial”. La democracia “formal”, que se refiere a los métodos y los medios, no es suficiente para garantizar una convivencia armónica en la que exista igualdad, económica y social para todos –ideal de la democracia...
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