Cultura Homosexual
El texto que aquí se presenta, tiene por objetivo discutir una hipótesis arriesgada, aunque desde mi punto de vista, relevante y propositiva. Una hipótesis que se ha dilatado en la literatura de las homosexualidades: se enseña a ser homosexual. La discusión que envuelve a esta hipótesis se basa, por una parte, en textos significativos relativos a la homosexualidad y, por otra parte, enuna breve presentación del significado de cultura; para pasar luego, a la comprensión de las formas en que la heterosexualidad "indica" que se tiene que ser homosexual. Lo que argumento, es que, desde que "los sujetos" homosexuales "llegan" a la cultura heterosexual, aprenden –mediante el insulto, el oprobio y la grosería– a ser homosexual, un "ser" de la oscuridad, de la marginalidad y delsilencio.
Palabras clave: homosexualidad, homofobia, cultura.
En uno de los trabajos más críticos sobre homosexualidad se reportan noticias de la forma en que los "exóticos" ponen en juego sus recursos sexuales para explicar un mundo particular en que convergen género, sexo, magia y jerarquía social. En Guerreros, chamanes y travestis. Indicios de homosexualidad entre los exóticos, Cardín (1984)sigue la tradición de Claude Lévi-Strauss para referirse a las culturas no occidentales y opta por llamarlas "exóticas",1 puesto que supone cierta neutralidad.
Una de las críticas que Cardín realiza en este trabajo tiene que ver con un texto que sobrevalora las relaciones homosexuales en más de 60 sociedades. El trabajo de Ford y Beach (1969) indica que sociedades como la de los alorenses notoleran la homosexualidad, algo que, en términos de Cardín, es incorrecto. Al respecto, este autor aclara:
sociedades que toleran la homosexualidad en determinadas edades, como los aloreses, son colocadas entre las que abominan las relaciones entre varones, mientras otras, como [la de] los samoanos, que muestran un comportamiento parecido, son colocadas en la lista de las permisivas (Cardín,1984:18).
Las observaciones que hace Cardín sobre este trabajo no se reducen a simples y llanas precisiones. Están orientadas a la interrogación de argumentos que son tomados como verdaderos. Explico.
En el terreno de los estudios de la homosexualidad, y en un contexto sociopolítico específico, enterarse de que más del 60 por ciento de algunas culturas estudiadas y reportadas por trabajos comolos de Ford y Beach "aceptan" a la homosexualidad puede tomar un cariz importante y tomarse como un estandarte que incline la balanza hacia la "aceptación" de la homosexualidad en las sociedades modernas. Es decir, hablamos aquí de la posibilidad de construir un a priori sostenido en malas lecturas etnográficas, en imprecisiones, o bien en militancias exacerbadas.
Y en este sentido, no bastacon tratar de ubicar a cada una de las "experiencias" de la homosexualidad en los marcos explicativos de las culturas (también específicas); también hay que entender su significación, los momentos en que cobra tal significación y los sistemas construidos a partir de ella. El reporte Ford y Beach y su intento de "validar" a la homosexualidad, como dice Cardín, mezcla un punto de vista etnocéntricocon una equivocada comunicación entre el informante y el observador (Cardín, 1984:27).
Existe otro punto de igual relevancia en Cardín que me gustaría referir: al igual que Foucault, este autor también reconoce que la "figura" del homosexual nace en el momento en que el Dr. Wesphal la nombra en 1870. Cardín define al homosexual como el heredero, o bien el resultado, de "la especialización dellibertino, y del consiguiente desglose jurídico del sodomita" (1984:21), algo que luego será retomado por Óscar Guasch.
El sodomita, de acuerdo con Cardín, se consideraba como un perverso en Occidente, objeto del máximo castigo. En la historia de Occidente, y particularmente en la de España, el sodomita también es diferenciado del bestialista, y se considera de mayor punibilidad al último. En...
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