Cultura Política en Andalucia y Euskal Herria. A modo exploratorio

Domínguez Benavente, Pablo.


Socialización Política y Cultura Política: Andalucía y Euskal Herria.

Vamos a repasar con pinceladas los elementos que condicionan y dominan la socialización política y la cultura política de dos pueblos que perteneciendo actualmente al mismo Estado, guardan numerosas diferencias, y el espejo político es un buen sitio para observarlas. Comenzar comentando queaún conociendo de primera mano el contexto político andaluz fue necesaria una búsqueda bibliográfica de inmersión, cosa que no ocurrió para el contexto vasco, donde su conocimiento y presencia en la política estatal y diaria me hace ver ya la primera diferencia: En EH la reflexión sobre su modelo de Comunidad Política es constante, mientras que en Andalucía, esta reflexión solo existe a nivelesinstitucionales o académicos.

El elemento geo-histórico es fundamental para entender la conformación de la Cultura Política de un lugar, y atreviéndonos a reducirlo a meras claves podemos dilucidar, por ejemplo, que la diferente distribución de la tierra marca modelos opuestos. Los minifundios, propios del centro y norte de la península provocan una gran capa de pequeños propietarios, conindependencia económica e innovación, tejiendo medios rurales poblacionales. Todo lo opuesto en el sur, donde los latifundios creaban la figura del terrateniente con escasa voluntad innovadora (una de las causas del atraso económico), y desembocada en una economía periférica dependiente del Estado español. Además la concentración de jornaleros se producía en núcleos de notable población aislados porgrandes extensiones vacías de tierras que provocaba interacción social y modo de vida urbanos, uso de espacios públicos, ámbitos sociales cerrados, particularistas, con escasa o nula movilidad vertical lo cual facilita control social directo, y la inexistencia de sectores sociales intermedios con autonomía. Este recuerdo, en una sociedad ya no agrícola, es el que sigue provocando la localización delvoto de izquierdas en el campo y el de derechas en las zonas urbanas, como se demostró en las últimas elecciones andaluzas, donde los conservadores aun ganando en las ocho capitales de provincia, perdieron en la lucha por la mayoría parlamentaria.

El Patrimonio Cultural de ambas comunidades formado a lo largo del paso de los siglos supone un elemento relevante de cara al uso político, aunqueesto se ve acentuado en el caso vasco donde el euskera, como patrimonio inmaterial, forma uno de los elementos base del nacionalismo vasco. Lo “abertzale” es un punto ineludible para entender la Cultura Política vasca, que viene aparejado del pluralismo polarizado característico en los ejes, que explica por ejemplo la falta de legitimación otorgada a la CE o la existencia de violencia en unconflicto armado durante las últimas décadas. El “ellos vs. nosotros” de la identidad colectiva es central para definir la Comunidad Política vasca: Euskal Herria o Euskadi; castellano o euskera; centralismo, autonomismo, federalismo o independencia… Sin embargo, la Identidad colectiva andaluza, no se orientó nunca al nacionalismo quizás porque su cultura política no lo favoreciese. Se tradujohabitualmente en un sentimiento de desigualdad impulsado por grupos intelectuales y no por la élite burguesa, y de bases culturales y socioeconómicas, con una actitud anticentrista pero no antiespañolista. En el rechazo al sentimiento de inferioridad se explica el proceso constituyente autonómico y la suma al artículo 151 junto a las otras nacionalidades históricas. Además la apropiación de muchos elementosy referentes de la cultura andaluza para la construcción de la imagen de España anula la especificidad y originalidad de sus rasgos, no dejando actuar a la diferenciación que es la constructora de las identidades. Por último podemos sumar el desarraigo a las instituciones políticas andaluzas simbólica, afectiva y realmente, provocada por la juventud de ellas (en EH existieron ya en etapas...