Cultura Politica

Cultura política

Política y administración pública
         
Desde los primeros tiempos, dentro del Movimiento, se ha desarrollado una tradición de compromiso político, que, partiendo de Igino Giordani, signo fuerte y profético, continua todavía hoy; compromiso que está marcado también por la profunda relación de Chiara Lubich con De Gasperi, en los Años '50.
En todo el mundo, elMovimiento como tal, no asume ninguna actitud partidista particular: cada uno es libre de comprometerse en el partido más acorde con sus propias tendencias, y por lo tanto los miembros del Movimiento hoy están presentes, con responsabilidades personales, en distintos partidos políticos.
Son dos los compromisos comunes fundamentales:
- dar un alma a la política, viviéndola como un servicio concreto alhombre, a partir del trabajo por urbanización, por la ciudad;
- y en la acción política, tener como punto de partida y como perspectiva estratégica final, la unidad: perseguir la meta del mundo unido, radicados profundamente en la propia tierra.
Pero ¿es posible tender a la unidad en la diversidad? ¿Es posible actuar y dar frutos, aun manteniendo posiciones diversas? Para dar una respuesta a estaspreguntas ha nacido el 'Movimiento Políticos por la Unidad', que hoy agrupa a políticos de muchísimos países.
Aquí está delineada nuestra forma de ser, hoy, en la política: ser primero cristianos y después de un partido, es decir, poner por encima de todo al hombre y sus valores profundos y después el propio interés político; consolidar la unidad entre los que están comprometidos en política,permaneciendo fieles a las propias elecciones en ese campo, para ayudarse a tomar posiciones comunes y trabajar, robustecidos por esta unidad; repetir también dentro de la política la extraordinaria experiencia evangélica del Movimiento.
Con este impulso se comenzó a tomar conciencia de la original aportación que se podía ofrecer a cada partido y a todos los partidos.
Se ha comenzado a entreveruna cultura política nueva que nace y se caracteriza por un amor factivo por cada hombre, que pone todo el resto en segundo lugar; al mismo tiempo que da la capacidad de pensar en grande, siempre con una perspectiva mundial, por lo tanto siendo capaces de prodigarse por la propia ciudad para hacer de ella una comunidad de personas libres e iguales, en un mundo que tiende a la unidad.
En esteproyecto ha tomado nuevo vigor la intuición que había tenido Tommasso Sorgi, diputado en el Parlamento Italiano en los años '70, partiendo de la espiritualidad de comunión, a la que había llamado el 'pacto político' entre el electo y el elector. Un pacto entre ciudadanos y elegidos, que puede partir de cualquier ciudadano, que no pidiendo favores personales o para su grupo, se pone en acción parahacer sentir a los propios representantes que son parte de un cuerpo vivo. Pero se puede partir también de los elegidos que establecen con los ciudadanos, ya desde su campaña electoral, compromisos precisos de orden moral, programáticos y participativos.
La política que de allí nace está hecha de escucha competente y recíproca; de confrontación para lograr una programación y una consecuente actuaciónhecha con todas las fuerzas a disposición, mayoría y oposición, pero sobre todo con la sociedad, familias, asociaciones, gremios; de participación que le exige a cada uno que apunte sobre los propios recursos, colaborando para un bien verdaderamente universal.
A partir de las primeras experiencias realizadas en pequeños pueblos y en ciudades más desarrolladas, tanto en el norte como en el surdel mundo, nos parece que podemos decir que, de este modo, las intervenciones que se derivan logran alcanzar mejor el objetivo de responder a las exigencias de los ciudadanos y al mismo tiempo ayudan a construir, en un pueblo o una ciudad, una comunidad viva. El objetivo de crear una democracia real ascendente, allí donde se ha empezado a actuar este pacto, comienza a realizarse.
Y existe una...