Cultura politica
Poco o nada importan laspropuestas, para el clientelismo es más importante el afiche, la camiseta o el ofrecimiento laboral. El elector se convierte en un cliente que entrega su voto a cambio de la prebenda. Para nadie es unsecreto que en nuestro país, Nariño y Pasto no son la excepción, las secretarías, entidades e institutos se reparten de acuerdo a los votos obtenidos en las urnas; se convierten estas y estos enpropiedades de los jefes políticos que delegan su poder en un títere de turno que está obligado a acatar ciegamente las órdenes impartidas por el depositario “legal” de esta o cual dependencia nacional,departamental o municipal.
El clientelismo ha hecho carrera en Colombia, a tal extremo que su práctica nos parece natural y hasta legitima. El hecho de que para entrar a una dependencia tengamos quehacerlo con la tarjetica del político de turno, es la clara expresión de que nuestra democracia está enferma y de suma gravedad. Una vez pasan las elecciones se procede a la “repartija burocrática” deacuerdo con las intrigas políticas o si se pertenece a unas minorías o a unas mayorías. Poco importa la capacidad del funcionario que se ponga frente a una secretaría, o su experiencia o su capacidad...
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