CULTURA POPULAR Por Miguel Delibes
Frecuentemente se habla ahora, con una cierta mentalidad déspota ilustrada, de cultura popular. Es un concepto feo, torpe, ambiguo, que conviene manejar concuidado para eludir la demagogia y la propaganda política. “Hay que llevar la cultura al pueblo”, “hay que culturizar a las masas” son eslóganes que se repiten todos los días en todas partes, aunque en elfondo de tales objetivos subyace un trasfondo de autocomplacencia, no se trata tanto de que la cultura llegue al pueblo como de que seamos mi grupo y yo quienes se la hagamos llegar. Por otro lado,pretender elevar el espíritu popular mediante cucharadas de cultura como en mis años infantiles se nos administraban cucharadas de aceite de hígado de bacalao para combatir la tuberculosis, se me antojaun remedio, alicorto e insuficiente. La culturización debe responder a una actitud seria, ininterrumpida, desinteresada y total.
En el actual afán cultirizador se advierte enseguida un serio peligro,que en lugar de ennoblecer el espíritu del pueblo para ponerlo en condiciones de acceder a la cultura, rebajemos la cultura, la agüemos, para que el pueblo iletrado la aplauda, la comprenda y laasimile más fácilmente. Este ofrecer gato por liebre entraña un grave desdén hacia el pueblo. Ni la cultura puede dosificarse en inyecciones e implantarla en nalgas reacias a aceptarlo, ni debeconvertirse en subcultura para hacerla digestiva y grata al iletrado, sin advertirle previamente la suplantación.
Al hablar de culturizar al pueblo, lo que procede, es todo lo contrario, y más en una sociedaddesnivelada como la nuestra, esto es, levantar al pueblo, informarle, para que pueda prestar su adhesión libre y gozosa al hecho culturar. Aprovecharse de su defectuosa formación para alagarle conespectáculos y festejos torpes y degradantes, más o menos disfrazados de manifestaciones culturales, es hundirle aún más en su oscurantismo secular, negarle la puerta de acceso a su verdadero rendición....
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