cultura
Yo soy el cuarto hijo de unos padres que tuvieron catorce […] Como casi todos los niños, yo también fui a la escuela. Pero no pude seguir en ella por razones que sí vienen al casopero que no puedo contar: mi infancia transcurrió en medio del caos provinciano de la Revolución Cristera. Cerradas las iglesias y los colegios religiosos, yo, sobrino de señores curasy de monjas escondidas, no debía ingresar a las aulas oficiales so pena de herejía.
Mi padre, un hombre que siempre sabe hallarle salida a los callejones que no la tienen, en vez deenviarme a un seminario clandestino o una escuela de gobierno, me puso sencillamente a trabajar. Y así, a los doce años de edad entré como aprendiz al taller de Don José María Silva,maestro encuadernador, y luego a la imprenta del Chepo Gutiérrez. De allí nace el gran amor que tengo a los libros en cuanto objetos manuales. El otro, el amor a los textos, había nacido antespor obra de un maestro de primaria a quien rindo homenaje […]
Desde 1930 hasta la fecha he desempeñado más de veinte oficios y empleos diferentes… He sido vendedor ambulante yperiodista; mozo de cuerda y cobrador de banco, impresor, comediante y panadero. Lo que ustedes quieran […]
Una última confesión melancólica. No he tenido tiempo de ejercer la literatura.Pero he dedicado todas las horas posibles para amarla. Amo el lenguaje por sobre todas las cosas y venero a los que mediante la palabra han manifestado el espíritu […] Vivo rodeado porsombras clásicas y benévolas que protegen mi sueño de escritor. Pero también por los jóvenes que harán la nueva literatura mexicana: en ellos delego la tarea que no he podido realizar.
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