Culturales


El recordado caso del hijo del sindicalista secuestrado y enterrado vivo a principios de los ’90 vuelve a ser noticia. Dos de los homicidas de Guillermo Ibáñez fueron beneficiados por los vericuetos que permite la “ley” argentina. Una familia que ya perdió a un hijo y que despidió a un padre en un accidente en circunstancias sospechosas, suma un nuevo calvario a su vida.


En el número 479de Noticias & Protagonistas publicamos una carta de lectores de ésas que nacen del dolor. Alicia Ibáñez, hermana de Guillermo, el recordado hijo del sindicalista secuestrado y enterrado vivo en julio de 1990. Diego Ibáñez, su padre, falleció en un accidente que es puesto en tela de juicio y Alicia, su madre y su familia se enfrentan a un dolor nuevo, un flagelo que no esperaban tan pronto: dos delos homicidas fueron puestos en libertad y un tercero podría seguir el mismo camino.N&P: - ¿Cómo vive este momento?A.I.: - Preocupada por la seguridad de mi familia. Con estos chacales en libertad, no sabemos si mañana no nos vamos a encontrar con otro hecho.N&P: - ¿Cuál es el presente de la parte legal?A.I.: - En cuanto a lo legal estuvimos un poco al margen. No obstante, creímos que esta genteno salía hasta el 2016, lo que igual nos preocupaba. Estos asesinos hasta tuvieron el beneficio de hablar. Nosotros, durante 16 años, mantuvimos un perfil absolutamente bajo para preservar la salud de nuestra familia, de los chicos que eran muy chicos y a los que hoy no se sabe cómo explicarles que una persona que se llevó a su padre, se llevó a su tío y que lo enterró vivo, hoy está caminandolibre.Esto es un poco como cuando murió Guillermo, que nos enteramos de su muerte por los medios. Sabíamos que estaba muerto por la televisión y nos estaban dando un pésame cuando todavía no sabíamos si era efectivamente el cuerpo de Guillermo. Con estas cuestiones, el dolor se vuelve a abrir con más bronca, con más indignación Mi papá tenía mucha fuerza, mucha garra. Hay gente que dice que Diegoestaba abatido, que murió porque estaba triste y sí, estaba triste, nunca dejó de llorar a Guillermo, pero también tenía a su alrededor responsabilidades como eran sus nietos y su hija, y no nos iba a causar un dolor tan extremo como el de quitarse la vida. Todos lo hicieron pasar como que era un hecho relacionado con Guillermo, y Diego Ibáñez estaba feliz en ese momento, pero sin dejar de llorar asu hijo.Si hoy él hubiese estado, no estaríamos hablando nosotros y él hubiese movido cielo y tierra para que esta gente vuelva al lugar donde tiene que estar. N&P: - Lo ocurrido generó en su momento numerosos debates legales. ¿Cuál es su posición frente a estos casos?A.I.: - Esta gente no debería salir nunca de la cárcel, por eso estoy de acuerdo con la pena de muerte, con que a los hechosaberrantes se los tenga que condenar como corresponde y que haya condenas acumulativas. Incluso mi papá investigó al respecto. Pero siempre para hechos aberrantes, no para un ladrón de gallinas.Roberto Acerbi sale de la cárcel después de que secuestró, y él sólo sabe delinquir. Yo he escuchado de la voz de él (sic) y lo hace con un grado de frialdad que aterra. Pero yo voy a luchar, voy a llegar hastadonde tenga que llegar para que esta gente vuelva a la cárcel, para que el fantasma de Guillermo los persiga hasta el último suspiro que tengan porque eso es lo que le prometí a mi hermano, a mi padre y a mi madre, que hoy por hoy sigue haciendo el duelo. Mi mamá ni siquiera asistió al velatorio de Guillermo, él vive adentro de ella. Ella busca la cara de Guillermo en las reuniones de amigos, estáen duelo permanente y va todos los días a la que es su casa hoy, que es el cementerio. Y si no puede ir, deja encargada gente para que él nunca esté solo. Preguntas sin respuestaN&P: - ¿Sostiene que su padre no tuvo un accidente?A.I.: - No tuvo un accidente. Mi papá sabía manejar, él no se iba a ir un primero de enero porque me dijo ‘hasta que no tenga familia no me voy’, y a esa hora no tenía...