Culturas juveniles en mexico
Temblamos de frío y de odio pero estamos juntos y somos lo mismo que todos temen. No queremos a nadie ni a nosotros nos duele nuestra vida y la de los otros, mejor morir pronto. Los Panchitos
El estudio de la juventud en México Paradójicamente para un país tan joven en términos demográficos como México (Yáñez, 1987), las investigaciones sobre lajuventud no han adquirido carta de naturaleza hasta épocas recientes. Los primeros intentos de aproximación científica al sector juvenil están conectados con el movimiento insurreccionar de 1968, y se concentraron en el análisis de los jóvenes estudiantes de clase media, las élites intelectuales y los grupos radicales que conformaron los movimientos políticos (Cabañas, 1988; Urteaga, 1996). Desdemediados de los años ochenta, la emergencia de los “chavos banda” en la ciudad de México y de los “cholos” en la frontera norte ha suscitado un creciente interés. Los primeros estudios, de carácter sociológico y psicológico, se caracterizan por el peso de los paradigmas criminalistas, sin que puedan distinguirse con claridad de las visiones sensacionalistas y satanizadoras de los medios decomunicación, que identificaban el fenómeno de las bandas con la delincuencia o con problemas de desarrollo psicosocial. El ejemplo más relevante es el libro ¿Que transa con las bandas? de Jorge García Robles (1985), que recoge un total de seis autobiografías de jóvenes pandilleros. A pesar de que en la contraportada de la última edición se afirma que el libro “se ha convertido ya en un clásico al lado deLos hijos de Sánchez”, se trata de una visión sesgada que recupera las viejas tesis del rencor social como origen de la agrupación en bandas:
Las bandas juveniles están formadas por adolescentes resentidos que unen su rencor social al apetito natural transgresor de su edad; que necesitan vengarse de una sociedad que los ha menospreciado y orillado a vivir una violencia cotidiana que semanifiesta en variadas formas (1985:246). En realidad, todas las entrevistas fueron realizadas en la cárcel y, más que hablar de las bandas, se alude a las subculturas de la delincuencia.
En el otro extremo, se sitúan diversos trabajos que presentan a las bandas como “sujeto emergente”, depositarias de una capacidad impugnadora del orden establecido. Muestra de esta aproximación son los trabajoscoordinados por Francisco A. Gomezjara, Las bandas en tiempos de crisis (1987), donde se destacan los aspectos contestatarios y autogestivos de las bandas:
La pandilla resulta ser una forma de organización social que desborda el ámbito familiar escolar-recreativo de la pandilla tradicional de las metrópolis para ubicarse en el centro de la tela de araña de la crisis general del contexto urbano. Nosignifica tampoco que sea una mera continuidad pasiva de este proceso, sino que precisamente por constituirse en un actor beligerante, es que se le sataniza (1987:18).
Merece destacarse también la tesis de licenciatura presentada en la Escuela Nacional de Antropología e Historia por A. Alarcón, E Henao y R. Montes, Bandas juveniles en una zona industrial de la ciudad de México (1986). Los autoresse plantearon “si las bandas podían ser válidas para un estudio antropológico... aunque para el colectivo del taller parecía un tema no muy aceptable”. Uno de los integrantes del taller les facilitó el contacto con los Chorcks, una banda de la delegación Álvaro Obregón, una zona suburbana al occidente de la ciudad de México. En la definición inicial, se dibujan los supuestos que guiaron a losautores en su búsqueda:
Planteamos a las bandas como entretejidos sociales de poder y de saberes locales, generadores de vínculos contestatarios y con propósitos sólo para ellos; y como un producto más de la cultura económica actual. No se trata de grupos, comunidades o clases sociales nuevas, mucho menos de manifestaciones políticas con respuestas conscientes y organizadas. Se trata de un sector...
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