Cuneto

Reflejado
Se levanto en la mañana, al mismo horario como era de costumbre, pero sin saber que solo pocos días después se encontraría frente a la tumba de quien, años atrás, se había presentado como Rocío, su mejor amiga. Con la que todas las mañanas, sin excepción alguna, se juntaban en la esquina del banco a cuadras del centro de la ciudad, en ese lugar que servía un café que dejaba con ganasde otro.
Luego del estiramiento matutino, como normalmente lo hacía, se metió a la ducha, disfrutando del agua casi tibia que tocaba su cuerpo, se vistió y arregló, siguiendo así su rutina, para ir minutos después a encontrarse con Rocío.
Esa mañana, al levantarse se dio cuenta que todo marchaba como era habitualmente, pero algo se encontraba en el aire que le introdujo una sensación de inquietuddesde que había abierto los ojos. Este sentimiento se mantuvo en su cabeza incluso cuando iba camino al café, mientras caminaba por la calle. Al llegar al lugar de encuentro esta rara inquietud parecía, para ella, tomar forma. Rocío aún no llegaba.
-¿Qué le habrá pasado? Ella siempre llega mínimo 5 minutos antes.- Se dijo así misma, un poco asustada y muy sorprendida con tal hecho, que resultaba ala vez muy extraño.
Tras esperar unos minutos de pie al lado de la mesa que siempre ocupaban, decidió sentarse, y como en su cuerpo existía un poco de miedo, comenzó a tranquilizarse pensando en varias posibilidades del retraso. Pensó que la locomoción que utilizaba su amiga había sufrido fallas mecánicas, también se imaginó algún accidente en el trayecto e incluso pensando que solo era unabroma de mal gusto, por parte de Rocío que sabía que su amiga se asustaría al no verla en la misma mesa que utilizaban todos los días. Se imagino un sinfín de cosas que pudieron haber ocurrido que al preocuparse por la hora se percató que ya era pasado medio día y que había estado poco más de 3 horas esperando sin darse cuenta. Sin tomar en cuenta este largo tiempo de espera decidió marcar alteléfono, pero sin tener respuesta, lo único que escuchaba del otro lado de la línea era la voz de la operadora.
-¿Qué pasa? Ella siempre contesta el teléfono ¿Por qué hoy no? ¿Se encontrará bien?- Preguntas que no dejaban de aflorar de su cabeza. Tanto así que llegaban incluso a desesperarla ligeramente.
Se paró, y despidiéndose de Francisco, el mesero que, como años trabajaba ahí, les reservaba la mesa,tomó rumbo hacia su casa. En parte indignada pero con mucha más preocupación.
Mientras tomaba dirección a su domicilio, se dio cuenta que estaba muy cansada e inconscientemente se encontraba corriendo, sin saber que le sucedía, actuaba sin percatarse de lo que hacía, suceso muy extraño para ella.
Al llegar a su casa, intenta de nuevo llamar a su amiga, pero nada, estaba completamenteincomunicada. Al pasar un par de minutos se dio cuenta que estaba tendida en la cama llorando descontroladamente, sintiendo una angustia que no sabía completamente de donde provenía. Se levantó y ya daban las ocho de la noche, sorprendida nuevamente, no sabía cómo pasaba el tiempo tan rápido. Se preguntaba a sí misma que era lo que le sucedía. Decidió acostarse después de un tan extraño día. Pasaba la noche,pero no lograba dormir, y así sonó el despertador señalándole que habían pasado casi nueve horas en vela.
Intentando despejarse un poco, decidió hacer caso omiso a lo sucedido y como era su rutina se levantó y se duchó. Al terminar su ducha, se mira en el espejo y lo único que vio fue el reflejo de Rocío.
-¿Qué sucede? Esto no puede estar sucediendo.- dijo casi gritando. Esta vez en vez debuscar respuesta, sale corriendo del baño. Tratando de relajarse se vistió no lo pensó ni siquiera dos veces. y salió de su casa.
Caminando por las calles de la ciudad comenzó a hacerse muchas preguntas, y se explicaba lo que ocurría, o eso intentaba. Cuando iba pasando por fuera del café, al que siempre recurría, vio a Francisco y entró a beber uno. Comenzó a contar todo lo ocurrido, y lo único...