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fdhbdfhbdfdfgdfgdfgfdguy pronto va a estallar la Tercera Guerra Mundialvbltimamente no paro de leer elogios hacia Santiago Segura por parte de diferentes medios, tras el estreno de Torrente 4.Nadie habla de que se trate de un hito cinematográfico, pero sí del fenómeno publicitario que hay alrededor de la película y de la gran recaudación de taquilla que ha obtenido la cuarta entrega delpoli facha y machista, esta vez rodeado de lo peor de la telebasura.
Que ahora Segura sea digno de alabanzas (por los motivos que sea) no deja de ser un hecho curioso, cuando todo el mundoarremetió contra él cuando lanzó la primera película de la saga. Decían que más que cutre y casposo, ese sentido del humor traspasaba en muchas ocasiones las barreras de lo ético y de lo moral. Pero elfenómeno creció enormemente, y una película underground se convirtió en la más taquillera de la historia del cine español: la gente quería ver a un tipo gordo y grasiento que insultaba a loschinos y maltrataba a su padre paralítico. Las malas críticas no pararon de llover, así que Segura decidió incluir algunas de ellas en un libreto adjunto a la edición VHS (recuerdo decirle: "no todas,porque no íbamos a vender un libro como el listín telefónico con la película").
Sin embargo, ahora parece que Segura es el gurú, el salvador del cine español en un momento de crisis doble: por lacrisis económica, y por el duro momento que atraviesa la imagen del cine español tras la dimisión de Álex de la Iglesia como presidente de la Academia y los enfrentamientos debidos a la LeySinde. "Es cine popular, no zafio", pregonaba con grandes titulares El País, que defendía el ojo sociológico de Segura a la hora de representar lo peor de los españoles. Igual, lo que defienden es a lapelícula que supone brotes verdes económicos para el cine español, y ahí está la propia Sinde argumentando que "puede haber más películas que Torrente que interesen al público". Sí, eso...