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 RAZONES PARA LEER …

Chico ve a chica; chico se enamora de chica; chica pone dificultades; chico busca intermediaria para acercarse a chica Un argumento viejo, muy viejo, sí señor. Y un texto extraordinariamente complicado y largo, muy largo, sí señor. Y sobre todo teniendo en cuenta que está completamente dialogado. Vamos, así se desmoraliza cualquiera.

Pues no señor. Siquiere, plantéeselo como un reto, aunque lo mejor es sentirlo. Como un descubrimiento. Como un viaje. Como una sorpresa. Atrévase usted, querido lector, a retroceder quinientos años, hasta 1499 cuando apareció. Hoy, claro, esto parece una tontería de puro evidente, pero hace cinco siglos la publicación de un libro era un acontecimiento. Entre otras cosas, porque la imprenta acababa de inventarse. Yporque los libros empezaban a estar a disposición de (casi) cualquiera, no sólo del clero, los aristócratas y la burocracia palatina (gracias, Juan Guttenberg). Hace quinientos años, muchos de nosotros no hubiéramos pertenecido a las clases privilegiadas, no hubiéramos tenido acceso a la lectura. Y estaríamos perdidos. Y no es una metáfora.

Apenas medie usted el primer acto, le sugiero quereflexione sobre lo que allí se está planteando, aparte del “conflicto amoroso”. ¡Por fin el ambiente de la gran cuidad en una historia! Claro, que hasta entonces había pocas grandes ciudades. Y menos aún grandes autores que se atrevieran a incorporar al teatro esta complejísima realidad social. De un lado, los jóvenes amantes y los padres de ella, representantes de la burguesía ennoblecida y ociosaque ha impuesto la riqueza como base del prestigio social. De otro lado, criados y prostitutas que ponen condiciones, que exigen, que piensan y viven por sí mismos... El desequilibrio ricos-pobres se palpa en toda la historia, y engendra el resentimiento de los que no poseen la riqueza necesaria para acceder a todo aquello que proporciona y que también apetecen. En esta historia, “los quetrabajan con sus manos” (como había dicho pocos años antes el gran Jorge Manrique) son mucho más que meros intérpretes de la voluntad de los señores, mucho más que un contrapunto a la acción y tragedia de Calisto y Melibea. Sin su concurrencia es impensable la marcha de la obra. Ellos también tienen su pequeño o gran drama íntimo, y sus pasiones.. A través de ellos, especialmente en boca de laprostituta Areusa, el autor realiza una fervorosa defensa de que a las personas (¡a todas!) hay que valorarlas por sus obras, no por su linaje. Todos y cada uno de los personajes, amos o criados, constituye un mundo con sus miserias, sus ambiciones. Y de verdad que no hay grandes diferencias entre las que preocupan a sirvientes o a señores, así que no se dejen confundir por las apariencias.. Al cabo, sontodos perros con distintos collares. Aunque ahora que lo digo, es muy probable que Fernando de Rojas me esté mirando de soslayo con una media sonrisa que me imagino irónica al corregirme. Perdone, señorita. ¿Ha escrito usted “son”? Debiera poner "somos” cinco siglos después...

Sigamos adelante. Fíjese en ella, la chica, la "dama", Melibea. Desde el principio aparece descrita como una bellezade las de antes (¿de las de ahora?). Vamos, que le puede asaltar la tentación de pensar que estamos ante otra típica "guapa tonta" que caerá en los brazos del galán (por cierto voluble, egoísta y obsesionado: una joya) empujada por la vieja tercera, y bla, bla, bla.... Ja, ja, ja. No se crea todo lo que dicen (decimos) por ahí críticos y profesores. Mírela bien y saque sus propias conclusiones:escuche lo que nos dicen de ella no sólo su enamorado (ya sabemos que el amor es ciego), sino también sus vecinas (¿sólo hay envidia en sus palabras?), su madre, los criados, la vieja alcahueta. Y mírela de nuevo. Aunque su retrato físico pertenezca a un estereotipo idealizado, no ocurre lo mismo con su personalidad. Porque fíjese bien, es una nueva mujer, una mujer "moderna" en muchos sentidos....