Cátedra Vallejo: análisis del cuento Los dos soras y el poema los anillos fatigados
ESCUELA ACADÉMICO-PROFESIONAL
INGENIERÍA EMPRESARIAL
PROFESIONAL
TRABAJO DE INVESTIGACIÓN:
OBRAS DE CÉSAR VALLEJO
AUTORES DEL CUENTO LOS DOS SORAS:
CHUNQUE DIESTRA, SNAYDER
MONDRAGÓN CASTAÑEDA, LAURALICIA
AUTORES DEL POEMA LOS ANILLOS FATIGADOS:
BERROSPI LÓPEZ, MIULER
CALATAYUD VALENCIA, ANDREA
AUTORES DEL ARTICULO PERIODISTICO LOS ÍDOLOS DE LA VIDA CONTEMPORÁNEA:DIONISIO CHÁVEZ, ROSSY
MURGA CANORIO, LEAVIT
DOCENTE:
REYES COLQUICOCHA, OLINDA
ESCUELA:
EAP INGENIERÍA EMPRESARIAL
AULA:
321 - mañana
LÍNEA DE INVESTIGACIÓN DE LA ESCUELA:
LA IMPORTANCIA DE LA INTELIGENCIA DE NEGOCIOS EN LAS ORGANIZACIONES
LIMA, JULIO DE 2013
ESQUEMA SUBTEMÁTICO NUMÉRICO
TEMA: Obras de César Vallejo
1. Cuento: Los dos soras
1.1. Ubicación
1.2.Argumento
1.3. Tema
1.4. Interpretación
1.5. Valoración
2. Poema: Los anillos fatigados
2.1. Ubicación
2.2. Argumento
2.3. Tema
2.4. Interpretación
2.5. Valoración
3. Artículo Periodístico: Los ídolos de la vida contemporánea
3.1. Ubicación y Tema
3.2. Argumento
3.3. Interpretación
3.3.1 La introducción al equilibrio de la vida contemporánea
3.3.2 El paradigma delos ídolos vanguardistas
3.3.3 La consecución del movimiento revolucionario
CUENTO:
LOS DOS SORAS
1. LOS DOS SORAS
Vagando sin rumbo, Juncio y Analquer, de la tribu de los soras, arribaron a valles y altiplanos situados a la margen del Urubamba, donde aparecen las primeras poblaciones civilizadas del Perú.
EnPiquillacta, aldea marginal del gran río, los dos jóvenes salvajes permanecieron toda una tarde. Se sentaron en las tapias de una rúa, a ver pasar a las gentes que iban y venían de la aldea. Después, se lanzaron a caminar por las calles, al azar. Sentían un bienestar inefable, en presencia de las cosas nuevas y desconocidas que se les revelaban: las casas blanqueadas, con sus enrejadas ventanas ysus tejados rojos: la charla de dos mujeres, que movían las manos alegando o escarbaban en el suelo con la punta del pie completamente absorbidas: un viejecito encorvado, calentándose al sol, sentado en el quicio de una puerta, junto a un gran perrazo blanco que abría la boca, tratando de cazar moscas… Los dos seres palpitaban de jubilosa curiosidad, como fascinados por el espectáculo de la vidade pueblo, que nunca habían visto. Singularmente Juncio experimentaba un deleite indecible. Analquer estaba mucho más sorprendido. A medida que penetraban al corazón de la aldea empezó a azorarse, presa de un pasmo que le aplastaba por entero. Las numerosas calles, entrecruzadas en varias direcciones, le hacían perder la cabeza. No sabía caminar este Analquer. Iba por en medio de la calzada ysesgueaba al acaso, por todo el ancho de la calle, chocando con las paredes y aún con los transeúntes.
–¿Qué cosa? –Exclamaban las gentes–. Qué indios tan estúpidos. Parecen unos animales.
Analquer no les hacía caso. No se daba cuenta de nada. Estaba completamente fuera de sí. Al llegar a una esquina, seguía de frente siempre, sin detenerse a escoger la dirección más conveniente. A menudo, se parabaante una puerta abierta, a mirar una tienda de comercio o lo que pasaba en el patio de una casa. Juncio lo llamaba y lo sacudía por el brazo, haciéndole volver de su confusión y aturdimiento. Las gentes, llamadas a sorpresa, se reunían en grupos a verlos:
–¿Quiénes son?
–Son salvajes del Amazonas.
–Son dos criminales, escapados de una cárcel.
–Son curanderos del mal del sueño.
–Son dosbrujos.
–Son descendientes de los Incas.
Los niños empezaron a seguirles.
–Mamá –referían los pequeños con asombro–, tienen unos brazos muy fuertes y están siempre alegres y riéndose.
Al cruzar por la plaza, Juncio y Analquer penetraron a la iglesia, donde tenían lugar unos oficios religiosos. El templo aparecía profundamente iluminado y gran número de fieles llenaban la nave. Los soras y los...
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