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RELACION CON LOS HIJOS

Cuantas veces escuchó decir a su hijo, cuando hacía algo de lo que estaba orgulloso, ¡mírame papá, mírame mamá! Los niños y los adolescentes buscan – y a veces noencuentran- la mirada cariñosa y orgullosa de sus padres. Ella es un importante estímulo para el crecimiento emocional y especialmente para los vínculos afectivos y la formación de su carácter.
Siempre llamala atención la mirada cariñosa y conmovedora con la que los padres se vinculan con sus hijos recién nacidos, la ternura y orgullo con la que posteriormente miran lo que van aprendiendo sus hijos enedad preescolar. Desafortunadamente esas miradas se van haciendo menos frecuentes a medida que los niños van creciendo y van siendo reemplazadas a veces, por miradas de enojo y furia contenida y enoportunidades claramente despectivas o de aburrimiento e la etapa escolar y en la adolescencia. Las miradas descalificadoras son tanto o más poderosas que las frases hostiles que las acompañan.
Sipudiéramos cuantificar los vínculos que expresan ternura, versus los que expresan hostilidad, quizás nos llevaríamos una desagradable sorpresa. Los padres no necesitamos hacerlo porque cada cual en su fuerointerno sabe cual es la proporción entre la ternura que está entregando a sus hijos y las rabias que está expresando.
Es posible que sus hijos usen ropas distintas de las que a usted habría elegidopara ellos. Puede que no comparta la moda del momento (color y cortes de pelo, aros, percing, tatuajes, etc.) y menos verlos instalados en lugares del cuerpo que jamás se habría imaginado. Los amigosson de la misma “onda”. Su hijo se siente integrado a su grupo, tiene ese sentimiento de pertenencia, es aceptado y por lo tanto es uno más de ellos. Lo que hay que cuidar es que no pierda losvalores y principios que los padres le han entregado, para que sea una persona de bien y útil a la sociedad, que no tenga malos hábitos. Las modas pasan y los hijos, en busca de su propia identidad,...