¿Cómo puedo saber si tengo calidad de investigador científico?

Medawar P. Consejos a un joven científico

Capítulo II

¿CÓMO PUEDO SABER SI TENGO CALIDAD DE INVESTIGADOR CIENTÍFICO?

Las personas que se creen hechas para la vida científica a veces se sienten deprimidas y desalentadas por, según palabras de Francis Bacon, “la sutileza de la naturaleza, los rincones secretos de la verdad, la oscuridad de las cosas, la dificultad del experimento, elocultamiento de las causas y la incapacidad del poder de discernimiento humano, siendo hombres que ya no se sienten impelidos por deseo o por esperanza, a penetrar más allá”.
No hay manera cierta de decir, de antemano, si los ensueños de una vida dedicada a la búsqueda de la verdad llevarán a un científico bisoño a la frustración de ver fracasar experimentos y de hacer el desalentadordescubrimiento de que algunas de sus ideas predilectas son infundidas.
Dos veces en mi vida he pasado un par de años agotadores, y científicamente improductivos, buscando pruebas que corroboraran ciertas hipótesis caras a mí, que después demostraron ser infundadas; épocas como estas son difíciles para hombres de ciencia: días de cielos plomizos que traen consigo un desdichado sentido de opresión eimpotencia. Son mis recuerdos de estos malos tiempos los que explican la seriedad de mi consejo a los jóvenes científicos de que tengan más de una cuerda en su arco y estén dispuestos a aceptar un “No” como respuesta, si las pruebas apuntan en esa dirección.
Es de especial importancia que ningún científico joven se deje engañar por anticuadas y erróneas representaciones de cómo es la vida científica.Dígase lo que se diga, en realidad es muy interesante, un tanto apasionada y –en materia de horas de trabajo- una ocupación muy exigente y a veces agotadora. También puede ser difícil para un o una esposa y para los hijos tener que convivir con una obsesión sin la compensación de estar poseído por ella.[1]
El científico bisoño debe perseverar hasta que descubra si las recompensas y satisfaccionesde una vida de ciencia están en proporción, para él, con las decepciones y el esfuerzo requeridos; pero si el científico siente una vez la emoción del descubrimiento y la satisfacción de llevar adelante una experimento verdaderamente difícil –una vez que ha experimentado esa sensación más profunda y más expansiva que Freud ha llamado el “sentimiento oceánico”, que es la recompensa de cualquierverdadero avance del entendimiento-, entonces habrá mordido el anzuelo, y no le interesará ningún otro tipo de vida.

• Los motivos

¿Qué decir de los motivos para dedicarse, en primer lugar, a la ciencia? Este es el tipo de tema del que puede esperarse que los psicólogos tengan algo que decirnos. Lou Andreas Salome dijo que el amor al detalle minucioso era una de las manifestaciones anterioresdel –hum- “erotismo anal”, pero los científicos en general no son muy melindrosos ni, por fortuna, tienen que serlo a menudo. La sabiduría convencional siempre ha dicho que la curiosidad es la fuente principal de la labor del hombre de ciencia. Este siempre me ha parecido a mí un motivo inadecuado; curiosidad es una palabra de guardería infantil. “La curiosidad mató al gato” es un viejo dicho delas abuelitas, aunque también pudo se la misma curiosidad la que encontró un remedio para el gato en el que bien podría haber sido su lecho de muerte.
Muchos buenos científicos que yo conozco tienen algo que no queda bien descrito como “impulso exploratorio”. Immanuel Kant habló de una “inquietud” por llegar a la verdad de las cosas, aun en el contexto del argumento, no enteramente convincente,de que la naturaleza difícilmente habría plantado tal ambición en nuestros pechos si no hubiese sido posible satisfacerla. Un poderoso sentido de inquietud e insatisfacción siempre acompaña a la falta de comprensión. También los legos lo siente; de otra manera, ¿cómo explicar el alivio que sienten al enterarse de que puede explicarse algún fenómeno extraño y perturbador? No puede ser la...