dadplaton

IntroducciónUna cancha de fútbol. Ambos equipos se ubican para empezar la contienda. Pero peplosblancos y entallados trajes reemplazan las usuales camisetas y, al acercarnos, descubrimoscon sorpresaque los jugadores son, de un lado, Hegel, Kant y varios compadres de la filosofíaalemana; del otro, Aristóteles, Sócrates, Platón y otros afamados griegos. Los árbitros-Tomás de Aquino con Agustín yConfucio- hacen sonar el silbato. Sin embargo, el partido nose inicia: la pelota permanece quieta, inmóvil en medio del campo mientras que losparticipantes se pasean de un lado al otro en incesantemeditación. Hasta que finalmente es uncientífico, Arquímedes quien, al grito de “¡
Heúreka
!” patea el balón, rompiendo así la inerciadel pensamiento reflexivo. Los integrantes de uno y otro bandopronto se sumanentusiasmados al juego y el equipo griego gana finalmente con un inspirado gol de Sócrates.El chiste de este ya clásico video setentista de los británicos
Monty Python
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no esotro que elde una vieja cuestión con la que ha cargado la filosofía a lo largo de su historia: la de la, enprincipio, ineptitud natural de quien se dedica a la especulación, especialmente lafilosófica,para pasar a la ejecución práctica. A este respecto es el propio Platón el que nos refiere lasrisas y burlas de una bonita esclava tracia cuando Tales, uno de los siete sabios, cayódistraídamente enun pozo por no advertir lo que estaba debajo de sus pies en su afán de verel cielo estrellado (cf.
Tht.
174a-b).

Es mi intención hoy esbozar el modo particular en que se presenta estaproblemática en lostextos de Platón. De acuerdo a Chantraine
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es a partir de este autor que el término
theoría
, quedesignaba hasta ese momento principalmente el envío de embajadores a una fiestareligiosa,aparece asociado al “sentido de ‘contemplación, consideración’ y […] en el griego helénico‘teoría, especulación’ en oposición a la práctica”. La tesis que procuraré ilustrar aquí en base ala...