Dadá Y Vacío: Reminiscencias De La Filosofía Zen

Vació y dadá: reminiscencias de la filosofía zen.

Nuestro pensamiento, en su lógica pura no puede representar la verdadera naturaleza de la vida [...] ninguna de las categorías de nuestro pensamiento, la unidad, la multiplicidad, la causalidad mecánica, finalidad inteligente, etc., se aplica. –Tristan Tzara

A partir del siglo XX la expresión artística se sitúa en una etapa cambiante einconforme. Declara la anulación de los modelos clásicos proponiendo una forma

innovadora de hacer arte, ésta consiste en proyectar la emancipación del sujeto frente a ciertas instituciones (el arte académico, la iglesia, la milicia, etc.) que lo mantenían subordinado facilitando así que su libre albedrío se reflejara en la obra artística. Por otro lado, si bien la influencia oriental ya habíaestado presente en Europa a partir del siglo XIX con las filosofías de autores como Schopenhauer y Nietzsche, así también en el romanticismo y toda la ola mística. Para el filósofo Alan Watts nociones propias del pensamiento oriental tales como la del gran vacío se evocó con mayor intensidad en el occidente después de la segunda guerra mundial; Japón se había integrado a la lucha lo cual, en ciertosentido, motivó a que Europa se interesara en su pensamiento provocando un fuerte apego hacia sus tradiciones; Watts nos habla de una fuerte aproximación entre el occidente y el oriente emitida a partir del colapso del pensamiento occidental, su férreo apego hacia los dogmas que le adquirían seguridad psicológica y espiritual comienzan a perder fuerza; el interés que logró absorber el occidente poraquellas creencias que concebían los conceptos de espacio, tiempo y naturaleza en un sentido remitido al vacío reivindicaron su pensamiento absoluto al que estaba acostumbrado. Cabe destacar que el concepto del gran vacío, proveniente de la filosofía zen, tiene una gran relación con el occidente, donde los caracteres fundamentales del pensamiento oriental zen se transforman y actualizan susentido. Ya desde 1916 podemos encontrar que existe una innegable proximidad con el budismo zen japonés. Mientras el mundo era terriblemente sacudido por la primera guerra mundial un grupo de artistas y los, denominados por sí mismos, no-artistas desarrollaron el movimiento antiartístico más influyente del siglo XX. El dadaísmo fue una respuesta al horror de la guerra, un contrasentido en sí mismo; suestética era a la vez antiestética y su negación del arte se manifestaba en creaciones artísticas; en relación con la idea del gran vacío, dadá es una paradoja tal como la práctica del koan zen, una expresión aparentemente absurda y sin sentido pero que expresa algo más profundo, es decir, significa una negación del arte: el artista rompe con los cánones estéticos liberando al arte de todaconstricción, así como en el juego, característica propia del dadá, el arte pasa a considerarse una actividad seria pero contradictoriamente desinteresada, ajena a todo fin útil, incapaz de producir valores y sólo en el juego consigue su liberación; la vacuidad en el dadaísmo provee de espacios de

libertad, capacidad creativa, dominio sobre sí mismo y sobre un mundo completamente nuevo yextraordinario. El dadaísmo tiene como principio retornar el arte a la vida, ésta última entendida como una acción incesante e imposible de aprehender, únicamente mediante el acto de negación es posible aferrarse a ella. Según el dadaísmo, una de las formas de regresar el arte a la vida fue concebir al arte como producto de un evento y no de un objeto, instaurando la dimensión temporal en las artes visuales yaproximando la pintura al teatro como se estableció en el performance. En relación con el pensamiento zen, Alan Watts nos dice que por más paradójico que pueda parecer, la vida con finalidad carece de contenido y de significación; al querer avanzar de prisa hacia sus objetivos todo se le escapa porque todo es devenir, sólo cuando no existe ni meta ni precipitación los sentidos humanos están en...