Dafne
DAFNE
por
M. ALONSO
Estudiante de la UNED
Hace tiempo que me siento extraña. Algo inaudito está pasando en mi cuerpo.
Virginia no lograba entender en qué era ella tan distinta de los demás. Y cuando le costaba entender las cosas, una corriente eléctrica le subía por la columna vertebral, desde su vientre hasta su cerebro, quemándole y comprimiéndole los ojos desdeatrás. Entonces no podía contener las lágrimas, unas lágrimas calientes y ácidas que le nublaban la vista durante horas. En casa la apodaban “la llorona” y le decían que si seguía llorando así se le pondrían los ojos como los de los besugos. Su padre incluso tenía una banda sonora para ilustrar su mote, una canción titulada precisamente así, “La Llorona” y que contaba la historia de una mujer vestidacon algo llamado huipil. A veces la ponía en el tocadiscos a todo volumen para meterse con ella un poco. Era una hermosa canción, triste y dulzona, pero a Virginia le entraban aún más ganas de llorar cuando la escuchaba.
La primera vez que su madre le contó que la oyó llorar en su vientre había un deje supersticioso en su voz, como si fuera uno de esos charlatanes televisivos que anuncian milagrosde madrugada. Escuchó el misterioso relato de cómo había llorado antes de nacer, asustando a su madre la primera vez de muchas.
-Yo estaba cosiendo tan tranquila y entonces te oí claramente.
-¿Te dio miedo?
-No, miedo no, fue más bien... no sé, como una emoción. Yo había oído hablar de eso, pero no pensaba que me podía pasar a mí.
-¿Y papá también me oyó?
-No, si él no estaba. Se lo contécuando llegó, pero me dijo que estaba tonta.
-Pero si estabas tú sola. ¿Cómo puedes estar tan segura de que me oiste?
La ausencia de testigos era irritante, porque Virginia necesitaba creer que aquello solo había sucedido en la hormonada mente de su madre embarazada. En parte, porque la idea de haber tenido motivos para llorar incluso antes de nacer la hacía sentir muy triste, pero sobre todoera porque no le gustaba la interpretación que su madre hacía del supuesto prodigio.
-Dicen que los niños que lloran antes de nacer son especiales.
-¿En qué sentido?
-No sé, dicen que son distintos... gente especial. No sé.
Su madre practicaba un sincretismo religioso que le permitía mezclar lo más básico del catolicismo con lo más avanzado de la videncia y el curanderismo. Lo mismo iba a laiglesia a poner velas por sus hijos que preguntaba a la vedora del pueblo por males de ojo.
-Dicen que esos niños luego tienen poderes.
-¿Poderes? ¿Como los super-héroes?
-No, Virginia, así no. No sé qué poderes... a veces son videntes y cosas de esas.
-Ya, videntes con ojos de besugo...
Virginia no sabía si la habilidad de poner a la gente de mal humor era un poder. Al fin y al cabo ella solohacía tantas preguntas porque necesitaba entender las cosas. Era incapaz de quedarse con una duda, no podía soportar no comprender algo. Y no comprendía cómo un feto podía llorar sumergido en el líquido amniótico. ¿De dónde vendría el aire necesario para producir el sonido del llanto, si nunca había respirado aire? Todo esto le decía a su madre cada vez que ella volvía a sacar el tema del llantopre-natal y siempre terminaban las dos enfadadas.
Siento que las palmas de mis manos se están transformando.
No es exactamente doloroso; no sé si recuerdo qué es dolor.
-¿Mi hermano también lloró en tu tripa?
-No, ni tus hermanas, tú fuiste la única.
-Entonces no entiendo por qué él es más especial que yo.
-Es que él es varón, Virginia, no empieces.
Virginia no entendía por qué suhermano no tenía las mismas obligaciones que las demás. Las hermanas se turnaban para recoger los cacharros, limpiar el baño, fregar el suelo... pero él nunca tenía que hacer nada. A medida que el reparto de tareas le iba pareciendo más y más injusto, también las preguntas la ahogaban más y más. Y la respuesta de sus padres siempre era la misma:
-Estaría bueno que tuviera que fregar tu hermano,...
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