Dalmi

En el siguiente escrito voy a relatar las huellas que dejó mi Profesora Andrea Biava.
En mi adolescencia, iba al CEM Nº 38 en la localidad de San Antonio Oeste. Estaba en 3º año cuando meenteré que la profesora de Biología, no era la misma que había tenido los años anteriores, sino que sería Andrea Biava. Lo único que sabía de ella, era lo que se comentaba en los pasillos, queera una persona estricta y exigente en otras palabras que le hacía honor a su apellido.
Era una persona flaca, alta, rubia con rasgos alemanes creo, lo que sí sé es que su pueblo natal eraSan Martín de las Escobas (Santa Fé) lugar al que iba siempre que podía. Solía vestirse de jean y sweters amplios. Tenía un apodo oculto que me entré por medio de mi mamá la llamaban La Girasol,porque tenía la cara redonda y el pelo muy rubio.
En las sucesivas clases, me dí cuenta de que aquel concepto que tenía de ella era erróneo. Sus clases eran lo más dinámicas y entretenidasque había tenido hasta el momento en el secundario. No quiero dejar de lado las enseñanzas que me dejaron mis maestros de la primaria (Norma, Silvia y Fabio), que ellos fueron quienes meenseñaron a dar mis primeras exposiciones orales, ampliar gráficos, mapas, técnicas que en el secundario me resultaron de lo más provechosas. Y en las horas de Biología, esas técnicas fueron de gransoporte.
Ese año empezábamos a ver todos los temas referidos al cuerpo humano, aunque ya lo había vistonte lo hacíamos en grupo pero con diferentes personas, para que todos podamos interactuarcon todos. Los videos eran una fuente esencial en sus clases, como así también al famoso autor Pedro Zarur. Y me acuerdo de las veces que me llamaba la atención, por tener una fuerte ycontagiosa carcajada.
Andión de una de las etapas más lindas de la vida. Ella fue quién me entregó el diploma, y nunca voy a olvidar que me dijo cuando me lo entregó:- NUNCA DEJES DE SONREÍR.