daniel el travieso
Historia de una etiqueta: cuando rotulamos; podemos crear pequeños y grandes
conflictos de identidad
Hace pocos meses, me encontré con el hijo mayor de una compañera; loreconocí de
inmediato, él tiene un aspecto particular.
– ¡Hola Daniel! – Le dije emocionada
– ¿En qué travesura andas? – bromeé un poco.
Daniel desde muy pequeño fue bautizado por sus padres yfamiliares, como Daniel el
travieso1, y así lo conocimos muchos. Fue un niño bastante activo y explorador, por
supuesto, esto inició en la etapa del desarrollo donde la mayoría de los niños, tocan
cogen,tiran y rompen para descubrir e indagar sobre aquello que les llama la atención.
A pesar de la terminación de la etapa, Daniel permanecía con el mismo
comportamiento, lo que conllevo a que su apodose prolongara durante mucho tiempo;
a los 10 años, Daniel seguía siendo Daniel el travieso y a los 13 años – edad cuando
lo deje de ver – él continuada haciendo gala a su sobrenombre.
El día delencuentro, Daniel contaba con unos 19 años de edad; su aspecto no cambio
mucho, pero si su estatura y ciertos elementos corporales que se engrosan o se
alargan durante el desarrollo humano. Ese día,luego de mi emocionado saludo, él dijo
algo que siempre recordaré; aquellas pocas palabras llegaron a mi mente y mi alma.
Con un tono tajante y sin vacilar; con una mirada triste y que evidenciabavisos de
enojo me confrontó diciendo:
– No soy Daniel el travieso, soy Daniel Usuga – Su rostro realmente era serio, sentí
que por largo tiempo sufrió por este injustificado bautizo, sentí que fui unade las
personas que generó ese sufrimiento y de alguna forma, volví a cometer el mismo
error. Me acerqué y lo invité a tomar algo en un lugar cercano.
Fue por su historia que me di cuenta cuanconflictivo puede ser imponer una identidad
desde tan joven, una identidad adoptada y angustiante; una identidad que puede
iniciar divertida, pero que luego se convierte en una gran carga difícil de...
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