Daniel
Anacaona es uno de esos personajes inolvidables de los tiempos de la conquista española que parece envuelto en un velo de leyenda, romanticismo y hasta misticismo. La altiva yhermosa cacica de Jaragua, que ha pasado a la historia como una soberana amante y preocupada de su pueblo, querida por éste y experta recitadora y (tal vez) creadora de poemas que declamaba en losareítos. Dueña de una belleza cautivante es quien le da nombre a esta obra del escritor colombiano Luis Darío Bernal Pinilla. Si uno lee la contraportada, se encuentra con el siguiente relato:
“Desde uncostado de la plazoleta, el pueblo acompaña su reina. Anacaona sube los tres escalones que le separan de la plataforma; se ve derrotada pero no vencida, no gime ni se queja. El verdugo se acerca aella, le coloca la soga en torno al cuello, luego la ayuda a subir a un taburete y templa la cuerda. Anacaona alza la cara por encima del horizonte; contempla a su gente. El verdugo le quita el taburete.El nudo se corre…”
Esta escalofriante relación de la ejecución de la bella reina taína refuerza la convicción de encontrarnos ante una novela que nos revelará, aunque sea ficticiamente, las virtudes,inquietudes y experiencias de esta excepcional figura histórica dominicana. A quienes hemos vivido inventándonos rostros para estos viejos héroes como Caupolicán, Lautaro, Pachacuti, Enriquillo oAnacaona, por solo nombrar algunos, el relato nos resulta mezquino a la hora de referirse a la reina. Sólo los seis primeros breves capítulos nos hablan de ella, destacando tanto su ya proverbial bellezay amabilidad como la ignorancia y bajeza criminal de los españoles Nicolás de Ovando y Alfonso de Torres, verdaderos genocidas del alba de la conquista española.
Sin embargo, tras la muerte de laPrincesa Dorada, el relato se centrará en le figura de Torres, en su interés por trepar socialmente, en sus maquinaciones políticas y luego, en la llegada de su familia desde la Metrópoli.
Aquí es...
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