Dante
Islam[editar · editar código]
En el Islam existen conceptos similares o compatibles con el catolicismo, como el Barzaj, el lugar, período o secuencia de trámites por los que el alma espera elJuicio Final, en lo que Mahoma describe como «las peores horas de la vida de un hombre». La idea de que las almas que van al infierno pueden sufrir allí la purificación y alcanzar el cielo, permite a algunos opinar que el infierno de los musulmanes es más parecido al purgatorio de los católicos que al infierno cristiano. Existe también el Araf, un alto muro o barrera en el que esperan los que hanconseguido escapar del infierno, pero no han sido autorizados aún a entrar en el cielo. Asimismo se encuentran en ese lugar fronterizo las almas de los naturalmente inocentes, como los niños o los locos incapaces de distinguir el bien del mal (Azora VII - 44, Sagrado Corán).[cita requerida]
Zoroastrismo[editar · editar código]
Otro lugar que responde al mismo concepto es el Hamistagan oHamestagan del zoroastrismo, donde las almas de los que presentan un balance equilibrado entre sus buenas y sus malas obras, reciben la oportunidad que necesitan para ganar un sitio en el cielo.[cita requerida]
El purgatorio en la Biblia[editar · editar código]
Representación artística en el cuadro titulado El Purgatorio del pintor venezolano Cristóbal Rojas
La Iglesia Copta Ortodoxa cree que lasalmas, después de la muerte, esperan el Juicio Final, en un lugar que no es el Paraíso ni tampoco el Hades. La Iglesia Católica recuerda las palabras de Jesucristo referidas en Lucas 12:58-59: “Cuando vas con tu adversario a presentarte ante el magistrado, trata de llegar a un acuerdo con él en el camino, no sea que el adversario te lleve ante el juez, y el juez te entregue al guardia, y este teponga en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo».” Se argumenta que si del infierno no se puede salir, debe existir un lugar donde se cancele esa deuda, pues además, hablando de la “Jerusalén Celestial”, el libro Apocalipsis dice: “Nada manchado entrará en ella” (Ap. 21, 27). Luego, con la parábola del funcionario que no quiso perdonar, en Mateo18:21-35, Jesús compara el Reino de los Cielos con alguien que pide perdón pero niega hacerlo; aun así advierte que el hombre puede cumplir su deuda: “Y tanto se enojó el señor, que lo puso en manos de los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Y Jesús añadió: «Lo mismo hará mi Padre Celestial con ustedes, a no ser que cada uno perdone de corazón a su hermano»”(Mateo 18:34-35). Cabe recordar incluso...
Regístrate para leer el documento completo.