Danza

MÁSCARA Y DANZA
La máscara ha acompañado al hombre desde los tiempos más remotos y en prácticamente todas las culturas y grupos sociales. Es imprescindible: confiere al hombre un poder propio de losdioses el poder inagotable y fascinante de la metamorfosis; la capacidad de abandonar la propia condición y naturaleza -que es siempre límite y determinación- para trascenderla mediantetransformaciones sucesivas.
El hombre de pronto deja der ser indefenso y frágil y se vuelve temible y poderoso como un felino; adquiere el hieratismo majestuoso de entidades metafísicas o la ligereza y gracia deanimales sencillos y comunes. Incluso el hombre por obra y mérito de la máscara, puede convertirse en la encarnación misma de valores o atributos abstractos: la sensualidad y el erotismo, lafecundidad o el dualismo de la vida y la muerte.
La máscara tiene la capacidad de contener en sí misma el enigma y la certidumbre, la transformación y la permanencia, el ser y no ser. De ahí la fascinaciónque ejerce sobre nosotros; de ahí su carácter mágico y terrible. Y su uso variado al infinito, pues lo mismo puede ser un elemento para la expiación de la culpa y la purificación; que un instrumentopara engañar a los demás y dominarlos. La máscara ridiculiza aquí y celebra allá; muestra a unos pero oculta a otros; desinhibe a éstos, pero enardece a aquellos y así interminablemente.
Y en algúnmomento la máscara se une a la danza, o viceversa; pues ambas son manifestaciones culturales del hombre que nacen de su inercia a la expresión y comunicación. La danza es motivada desde concepcionesmágico-religiosas en las sociedades primitivas hasta la simple necesidad de esparcimiento y diversión. Cuando máscara se funde con danza, se culmina el hecho cultural.

La máscara ha acompañado alhombre desde los tiempos más remotos y en prácticamente todas las culturas y grupos sociales. Es imprescindible: confiere al hombre un poder propio de los dioses el poder inagotable y fascinante de la...