Dar amor
Existen en nuestras vidas momentos tan impactantes que nos llevan a una profunda reflexión sobre la misma, es el momento de pensar y hacer un alto en el camino, detener ladiaria rutina y conceder a cada aspecto de nuestra vida el valor que verdaderamente tiene, dejando a un lado las vanalidades que sin darnos cuenta, están dominando nuestras vidas y haciéndolas vacías ycarentes de valores y espiritualidad que tanto enriquecerían nuestra existencia.
Quisiera compartir con ustedes la triste experiencia que enfrenté al perder hace poco tiempo de manera inesperada a unaquerida tía, a quien a pesar de unirme un gran cariño y entendimiento, tengo la certeza que no le hice saber lo mucho que le admiraba y como en muchos aspectos era un ejemplo a seguir, me duelehaberme quedado con tantas cosas dentro de mí, sin hacérselas saber.
Proporcionándole así un regalo de amor, como el que ella acostumbraba hacernos siempre a quienes tuvimos la dicha de compartir suestancia en este mundo.
La tía Martha como cariñosamente la llamábamos o “La Gorda” haciendo alusión a su complexión física, fue siempre un ser lleno de luz y amor por sus semejantes, alguien que al solorecordarse nos hace sentir el afecto y la ternura que siempre nos brindo, no podemos imaginarla dictando un estudiado discurso o complicado consejo o regaño; pues no era su estilo, sin embargo, quiennos pude enseñar mejor que ella, algunas de las bienaventuranzas del sermón de la montaña:
Felices los que tienen el espíritu de pobre, porque de ellos es el Reino de los cielos.
Felices loscompasivos, porque obtendrán misericordia.
Felices los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios.
¿Quién mejor que ella para amar y servir a su prójimo? y ¿para ser fiel y abnegada esposa? En la salud yen la enfermedad, en la pobreza y en la adversidad, pero también cuando todo era prospero y feliz, ¡Tenía una Sabiduría tan grande!; pero n la que adquirimos en los libros y la erudición, sino la...
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