dar siempre lo mejor
A mi amigo Jorge, su hermano le obsequió un automóvil. Cierto día, cuando Jorge salió de su oficina, un niño de la calle estaba caminando alrededor del brillante coche nuevo,admirándolo
- Señor, ¿Este es su coche?, preguntó.
Jorge afirmó con la cabeza.
- Mi hermano me lo regaló.
El niño estaba asombrado.
- ¿Quiere decir que su hermano se lo regaló y a usted nole costó nada? Vaya, me gustaría..., titubeó el niño.
Desde luego, Jorge sabía lo que el niño iba a decir, que le gustaría tener un hermano así, pero lo que el muchacho realmente dijoestremeció a Jorge de pies a cabeza:
- Me gustaría, prosiguió el niño, poder ser un hermano así.
Jorge miró con asombro el niño e impulsivamente añadió:
- ¿Te gustaría dar una vuelta en miauto?
- ¡Ah sí, eso me encantaría!
Después de un corto paseo, el niño volteó y con los ojos chispeantes dijo:
- Señor... ¿No le importaría que pasáramos frente a mi casa?
Jorge sonrió.Creía saber lo que el muchacho quería. Quería enseñar a sus vecinos que podía llegar a su casa en un gran automóvil, pero de nuevo, Jorge estaba equivocado.
- ¿Se puede detener donde estánesos dos escalones?, pidió el niño.
Subió corriendo y enseguida Jorge oyó que regresaba, pero no venía rápido, llevaba consigo a su hermanito lisiado. Lo sentó en el primer escalón y leindicaba el auto.
- ¿Lo ves, Juan? Allí está, tal como te lo dije, allí arriba. Su hermano se lo regaló y a él no le costó ni un centavo. Algún día yo te voy a regalar uno igualito...,entonces podrás ver por ti mismo todas las cosas bonitas de los escaparates, de las que he estado tratando de contarte.
Jorge, bajó del coche y subió al muchacho enfermo en el asiento delantero.El hermano mayor, con los ojos radiantes, se subió tras de él y los tres comenzaron un paseo memorable.
Ese día, Jorge comprendió lo que Dios quería decir con "hay más dicha en dar..."
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