Dario
Mecenas tenía todo, el poeta nada. O al menos, eso parecía, esa era la paradoja. Cuando Darío menciona el oro, lo griego en los salones de Mecenas con la finalidad de mostrar la historia en distintas partes, su paso, su evolución. Lo hacepara reflejar, por medio del poeta del texto, que eso se adquiere y se deshecha, lo material. Más se mantiene el ideal.
Cuando tenemos a un poeta entregado a un Rey burgués, decidido a saciar el hambre, cayendo ante lo que sabe no ha de mejorar su condición ¿No es un claro ejemplo de pérdida de identidad? Darío sabe que esto es injusto, y eso quiere dejar claro. El poeta cambio su ideal, surazón por hambre, pero después de un tiempo sintió frio, frio en el alma. ¿Qué puede apagar el amor a la poesía antes ya descrita como algo tan fuerte? Murió pensando que nacería el ideal. ¿Es eso esperanza? ¿Esperanza de qué? De hacer las cosas a tiempo, luchar, renacer, salir de un sistema y no dejarse adormecer.
¿Por qué si el relato comienza de forma alentadora termina con una melancolíairrenunciable?
El poema del ideal continúa con la descripción sutil, pero a la vez fuerte de lo que siente Darío con respecto a lo que hace, sentir su trabajo. Relata lo que es el ideal como lo más hermoso, inalcanzable, inabordable. Triunfante, ¿Es posible esto, si nos antepone una historia donde un ideal muere? Siguiendo con lo que es ser poeta: pasión, algo que te paraliza. ¿Qué motiva realmente aun poeta, si dice que la motivación es escasa? ¿Por qué hay tanta necesidad de expresarse en un relato?
Y bien, aparece Whitman en el relato, ¿Cuál es el fin? ¿Ah?, Ahh, claro “En su país de hierro…” Lo que quiere Rubén es plasmar su admiración por Whitman ¿o no? Si no fuera así, ¿Por qué le “regala” un poema con palabras inmejorablemente destacadoras? Lo leo e imagino a un inmortal, un viejoque ha hecho su camino y está tranquilo con lo que ha logrado, y eso que logró se refleja aun en la actualidad.
¿Azul, Los Raros? ¿Por qué esto está con mayúsculas? No entiendo a primeras, ni a segundas el trasfondo de Palabras Liminares. Hay contradicciones de cosas, más bien de sentidos “buena y mala intención, entusiasmo sonoro y envidia subterránea…” (Pág., 8, Darío) Sin seguir, me...
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