Darth Vader
Quien una vez fue el Caballero Jedi más poderoso que había conocido nunca la Orden Jedi es ahora un discípulo del Lado Oscuro, un
señor de los temidos Sith y la vengativa mano derecha del implacable nuevo Emperador de la galaxia.
Se alza Darth Vader.
James Luceno
DarthVader. El señor oscuro
ePub r1.0
Ronstad 20.10.2013
Título original: Dark Lord. The rise of Darth Vader
James Luceno, 2005
Traducción: Lorenzo F. Díaz
Diseño de portada: David Stevenson
Editor digital: Ronstad
ePub base r1.0
Para Abel Lucero Lima, el gran guía en Tikal
(también conocida como Yavin 4),
con quien dejé las huellas de mis botas
por todo el Mundo Maya.
AGRADECIMIENTOS
Gracias detodo corazón a Shelly Saphiro, Sue Rostoni, Howard Roffman, Amy Gary, Leland Chee, Pablo Hidalgo, Matt Stover, Troy
Denning y Karen Traviss. Gracias especiales a Ryan Kaufman, que estuvo en LucasArt, y que me describió lo que se siente al llevar el traje.
PRIMERA PARTE
Los asedios del Borde Exterior
CAPÍTULO 1
MURKHANA. HORAS FINALES DE LAS GUERRAS CLON
A
l descender por entre lasarremolinadas nubes provocadas por las estaciones climáticas de Murkhana, Roan Shryne recordó las sesiones de
meditación por las que le había guiado su antiguo Maestro. Por mucho que Shryne se concentrara en tocar la Fuerza, el ojo de su mente apenas le
ofreció entonces poco más que un torbellino de blancura. Años después, cuando fue más capaz de alcanzar el pensamiento silencioso y de penetrar en la
luz,del vacío incoloro emergieron fragmentos visuales, partes de un puzle que se unían gradualmente hasta definir algo. Con frecuencia, pero no de
forma consciente, eso le decía que sus actos en el mundo eran acordes con la voluntad de la Fuerza.
Con frecuencia, pero no siempre.
Cuando se desviaba del camino designado por la Fuerza, esa blancura familiar se agitaba como movida por poderosascorrientes, a veces
manchadas de rojo, como si abriera al brillante sol de mediodía sus ojos cerrados.
Un blanco moteado de rojo era lo que veía ahora al hundirse más y más en la atmósfera de Murkhana. Acompañado por una partitura de truenos
reverberantes, del zumbido del viento, de un caos de voces apagadas…
Estaba junto a la puerta deslizante que normalmente cerraba la bodega de carga para tropas de unafragata republicana, que momentos antes había
abandonado el hangar delantero del Galante, un destructor imperial clase Victoria asediado por tricazas androides y cazas buitre mientras esperaba una
orden del Alto Mando para iniciar su propio descenso a través del techo artificial de Murkhana. Junto a Shryne, y detrás de él, había un pelotón de
soldados clon, con el casco ajustado en la cabeza, elrifle láser acunado en los brazos y cargadores de munición colgando de los cinturones, y hablando
entre ellos tal y como suelen hacerlo los guerreros veteranos antes de entrar en combate. Aligerando dudas con bromas privadas, haciendo referencias a
cosas que Shryne no podía comprender, aunque fuera por encima, fuera del hecho de que eran desagradables.
Los compensadores de inercia de la fragata lespermitían estar de pie en la bodega sin verse zarandeados por las explosiones antiaéreas o
sacudidos por las maniobras evasivas de los pilotos que conducían la nave entre misiles y tormentas de metralla al rojo vivo. Y tenían que ser misiles
porque los mismos separatistas que habían creado las nubes habían sembrado el aire de Murkhana con aerosoles antiláser.
El atestado espacio se llenó de unolor acre, del rugido de los motores de proa y del ligero rateo del motor de estribor; la fragata estaba siendo tan
castigada como los soldados y la tripulación que la conducían al combate.
La capa de nubes seguía siendo densa pese a la altitud de 400 metros sobre el nivel del mar. Shryne no se sorprendió por no poder distinguir ni su
mano ante la cara. Después de todo, seguían estando en una...
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